Empezar para llegar

Muchos son los que consideran el emprendimiento como una capacidad «espontánea» de crear algo que, generalmente, se piensa como grandes empresas o proyectos a gran escala, sin valorar el gran camino que hay que andar para llegar a la meta deseada.

FOTO-SECUNDARIAb-1024x768-439x329-2 (1)En este artículo, me gustaría reflexionar sobre el trayecto que, a veces oculto, hay que andar hasta llegar a iniciar proyectos destacados o a emprender liderando metas muchas veces significativamente difíciles de alcanzar.

Debemos preparar a los más pequeños para que a lo largo de su vida, sean capaces de aprovechar todos los momentos en los que puedan generar ideas. Quitamos importancia al tiempo libre y vacacional. Es este punto, es sobre el que quiero remarcar esta reflexión, enseñar a los chicos que el ocio es un momento de diversión pero con cabeza e iniciativa.

La primera idea a expresar es la importancia que tiene realizar pequeñas actividades en edades adolescentes que nos ayudar a formarnos como personas en contextos diferentes al académico o familiar. Por ejemplo, realizar voluntariado, practicar deporte, colaborar en programas extraescolares. Todo ello nos enseña a crear iniciativas autónomamente sin ser guiados por los adultos que más nos protegen: padres y profesores. Para ello, deberemos habernos entrenado en la primera infancia a conocer vías de compartir juegos, estructurar tiempos, conocer el aburrimiento como momento de creatividad, potenciar espacios comunes fuera del contexto escolar y familiar; ycompartir objetivos con ellos para que aprendan a ser equipo.

La segunda idea es aprovechar periodos de tiempo libre, principalmente vacaciones, para que en edades jóvenes se realicen pequeños trabajos que nos acerquen al mundo laboral como primer peldaño de la gran escalera que es nuestra vida profesional. Partir de los inicios es más enriquecedor que empezar en la cima de una montaña. Trabajar en su tiempo libre es una de las motivaciones que debemos generarles, conocer que el esfuerzo lleva a una recompensa, que alguien te exige una responsabilidad potencia la confianza y el aprendizaje que les va a dar una visión amplia de la realidad.

La tercera idea es ser capaz de establecer una línea coherente en nuestro ocio, tantas veces poco valorado y que, sin embargo, nos enseña a estructurar nuestro tiempo en objetivos marcados. Conocer actividades diferentes puede ser la señal de que un hobby nos aporta ilusión para tomar iniciativas en un proyecto futuro. Cuando llegan a ser jóvenes reflejarán todo aquello que les hemos enseñado en la infancia. Van a establecer momentos de diversión dentro de un orden, generando expectativas acordes con sus intereses.

Con estos tres argumentos quiero concienciar de la importancia que tiene ir marcando nuestro camino en diferentes momentos de nuestra vida para que tengamos la capacidad suficiente y seamos capaces, si queremos, de emprender un gran proyecto que lidere nuestra vida. Aprender a coordinar las obligaciones con las diversiones es lo que nos ayuda a crear. No es espontáneo emprender, se aprende a aprender, se entrena a emprender.

A veces, valoramos solo el resultado de un largo proceso y eso nos hace sentir que las metas Se consiguen sin aprendizaje ni esfuerzo. Nada más lejos de la realidad «caminante no hay camino, se hace camino al andar, al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca volverás a pisar«.

María Cristina Hernández
Psychologist of Secondary and High School
Brains International School

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