El talento femenino en la Revolución Digital

“La tecnología como herramienta para atraer y retener el talento femenino”

FEDEPE, la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias celebró este viernes la mesa redonda ‘La tecnología como herramienta para atraer y retener el talento femenino’, durante la que se debatió sobre teletrabajo y presencia femenina en la empresa de la era digital. Esta jornada, organizada por FEDEPE en colaboración con el grupo de mujeres #SomosMujeresTech (iniciativa de Hill+Knowlton Strategies) y el IE Business School, se planteó como una puesta en común y reflexión del papel de la tecnología en relación al talento femenino, y contó con la participación de siete ponentes de diferentes sectores de actividad.

Foto Mesa Redonda FEDEPE Mujeres TechLa jornada arrancó con unas palabras de bienvenida a cargo de Amber Wigmore, directora Global de Desarrollo de Talento y de Carreras de IE. También intervinieron Ana Puy, directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia en la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, y Ana Bujaldón, empresaria y presidenta de FEDEPE. Tras lo cual se celebró el debate, moderado en esta ocasión por Marta Echarri, miembro de la Junta Directiva de FEDEPE y Executive director de J.P. Morgan Chase&Co. En la misma participaron: Elena Betés, fundadora de Rastreator; Rosa Díaz, directora general de Panda Security España; Wim Focquet, director académico Máster Desarrollo de Talento y Recursos Humanos en IE; Meritxell Guitart, consejera y anterior CEO de Hogarth Worldwide; Edurne de Oteiza, COO de WallaPop; María José Talavera, directora general de VMware; Patricia Urbez, directora general de Sector Público y Cuentas Corporativas de Fujitsu.

Una de las principales conclusiones del encuentro fue que las mujeres tienen una enorme oportunidad para liderar el siglo XXI a través de la tecnología. “En la Revolución Digital el talento femenino será imprescindible”.

Por otra parte, a lo largo de la mesa redonda se hizo hincapié en la idea de que la tecnología y la telepresencia permiten romper algunas de las barreras provocadas por la desigualdad de género pero no todas. “La cultura imperante hace que todavía pervivan muchos muros con los que la tecnología no puede. Es importante enfocarse en la flexibilidad pero optimizando la productividad”. De hecho, la tecnología no es solo teletrabajo, es un auténtico cambio de chip, en el que cambia el modo en el que nos relacionamos con la empresa. En un momento en el que la creatividad y la innovación son tan importantes resulta especialmente útil disponer de un poco de soledad y con un espacio propio. Ahí es donde entra en juego, con mucha fuerza, el teletrabajo. La confianza es clave en los equipos a la hora de implementar el teletrabajo.
Además, la revolución digital ha llegado en un momento en el que la mujer está plenamente incorporada al mundo laboral. La tecnología y el teletrabajo van mucho más allá del hecho de trabajar desde casa. Ambos facilitan que se pueda gestionar un equipo disperso por todo el mundo sin necesidad de viajar, lo que favorece mucho a la conciliación de la vida familiar, personal y laboral, y contribuye a que las mujeres puedan acceder con menor dificultad a puestos de la alta dirección.

Es un hecho que hay menos mujeres emprendedoras que hombres, porque se asume que las mujeres son menos dadas a asumir riesgos que los hombres y tienen más miedo al fracaso. La realidad es que los hombres también sufren estos mismos miedos aunque quizás lo exteriorizan menos.

Asimismo, este encuentro también subrayó la idea de que en el futuro no existirán las jerarquías empresariales tal y como las conocemos ahora. “Prevemos que la meritocracia será la reguladora del orden interno de las empresas y que se articulará a través del teletrabajo, y del trabajo por objetivos. Los departamentos de RRHH y tecnología están dando pautas para incorporar esta nueva forma de trabajar, necesariamente unidas a la confianza, así como a aspectos relacionados con la ciberseguridad y la protección de datos”.

Además, hoy en día una destacada presencia femenina resulta clave para el éxito en numerosos sectores de actividad. Es común que las profesionales aporten un enfoque más holístico que sus compañeros varones y que utilicen buenas dosis de inteligencia emocional en sus relaciones con compañeros y clientes. Algo especialmente valorado en el terreno comercial y en la gestión de grandes cuentas.

Finalmente, las participantes al encuentro concluyeron que el esfuerzo para que la incorporación de la mujer a la empresa, también en puestos de dirección sea plena, no corresponden solo a las empresas. Se precisa un esfuerzo adicional por parte del sector público para que las cosas cambien. Creando más infraestructuras de apoyo (guarderías, residencias…) y sensibilizando a la sociedad para un reparto más equitativo de las tareas.

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