Dos de cada tres empleos femeninos creados en el último año han sido para mujeres mayores de 45 años

El empleo femenino ha crecido un 2,6%, generándose 217.700 nuevos empleos 

El próximo jueves 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y desde The Adecco Group han analizado cuál es el perfil de la mujer trabajadora y de la desempleada en España, para presentar la radiografía más completa del empleo en clave femenina. Así, para aquellas que ahora mismo están trabajando, se corresponde con el perfil de una asalariada de entre 35 y 44 años, con estudios superiores y que trabaja en el sector servicios (área de servicios y ventas).

En cambio, el perfil de aquellas que están desempleadas se corresponde con el de una mujer de entre 35 y 44 años de edad (aunque son las jóvenes de entre 16 y 19 años quienes ostentan la tasa de paro más elevada), con formación hasta la primera etapa de la educación secundaria y que lleva más de dos años buscando empleo sin encontrarlo.

Análisis por edad

Actualmente trabajan en España 8,6 millones de mujeres. Por edad, el grupo más numeroso de mujeres ocupadas corresponde a aquellas de entre 35 y 44 años de edad, quienes suman casi 2,7 millones, el 31% del total. Le sigue el de mujeres de entre 45 y 54 años, con 2,3 millones de personas, que equivale al 27,1% del total. Si a estos dos grupos sumamos el de mujeres ocupadas de entre 25 y 34 años de edad (que suman casi 1,8 millones, que supone el 20,9% de las mujeres ocupadas en todo el país), tenemos que el 78,9% de las mujeres que trabajan en España tiene entre 25 y 54 años.

Por lo tanto, los grupos de edad por encima y por debajo de dicha franja tienen un papel secundario, en particular en el caso de las más jóvenes. En efecto, las mujeres de menos de 25 años solo ocupan el 5,1% de los puestos de trabajo, con un total de 432.900 ocupadas. Más importante resulta el rol del grupo de mujeres de 55 y más años de edad, que tiene en sus manos el 16% restante de puestos de trabajo, que equivale a casi 1,4 millones de empleos.

Sin embargo, en el último año el empleo ha crecido proporcionalmente más en el caso de las mujeres más jóvenes. Así, si el empleo femenino ha crecido un 2,6% (217.700 empleos), el de las mujeres de entre 16 y 19 años ha mejorado un 23,1% (9.000 nuevas plazas) y el de las de 20 a 24 años lo ha hecho un 14,4% (48.500 contrataciones).

La mujer trabajadora según su formación

De los 8,6 millones de mujeres que trabajan en España, el grupo más nutrido, con 4,1 millones de personas (48% del total), es el de aquellas que alcanzaron la Universidad. Los dos grupos de educación secundaria tienen una cantidad de mujeres muy similar: 2 millones las mujeres con primera etapa de la secundaria (22,8% del total) y 2,1 millones aquellas que alcanzaron la segunda etapa (24%). Las restantes 439.800 mujeres ocupadas completaron como máximo la escuela primaria (5,1%).

Todas las comunidades autónomas presentan una composición similar, con el grupo de mujeres ocupadas con educación universitaria siendo el más grande y el de aquellas con hasta formación primaria el más pequeño. No obstante, que el orden de importancia de los cuatro grupos formativos sea similar no implica que el peso de cada uno se asemeje.

Por ejemplo, las mujeres ocupadas con educación universitaria son más de la mitad en seis autonomías. Los mayores registros se encuentran en el País Vasco (59,9%), Navarra (56,7%) y la Comunidad de Madrid (55,2%). Pero el mismo grupo tiene un peso inferior al 40% en el empleo femenino tanto en Canarias (39,9%) como en Baleares (38,2%).

Del mismo modo, las mujeres trabajadoras con formación primaria son menos del 3,5% del total en el País Vasco (3,3%), Navarra (3,1%), La Rioja (3,1%) y Cantabria (2,4%), pero en tres autonomías más que duplican esos porcentajes: Canarias (7,9%), Andalucía (7,5%) y Murcia (7,2%).

Más de la mitad de los empleos femeninos creados en 2017 han sido para mujeres con formación superior, que han ganado 113.000 empleos (+2,8%). Las mujeres con alguno de los dos niveles formativos secundarios han logrado una cantidad de nuevos empleos similares: 62.000 plazas para aquellas con la primera etapa de la educación secundaria y 65.400 para las mujeres con la segunda etapa de la misma (+3,3% en ambos casos). En cambio, las mujeres con educación hasta primaria han perdido 22.600 puestos de trabajo (-4,9%, cosa que en parte puede explicarse porque han completado ese nivel de estudios y han pasado a estar computadas en un nivel superior).

Cuanto mayor el nivel educativo, más grande el número de autonomías que han creado empleo. En el caso de las mujeres con educación superior, todas las autonomías han aumentado el empleo con la sola excepción de La Rioja (-3,5%; 1.100 despidos). Andalucía y Castilla-La Mancha exhiben el incremento más amplio de las contrataciones para el mayor nivel formativo (respectivamente, 21.500 y 5.100 nuevos empleos; en ambos casos el incremento es de un 4,1%).

El caso opuesto es el de las mujeres con no más de educación primaria, grupo formativo para el cual doce comunidades autónomas han destruido empleo. Asturias (-31,3%; 3.700 empleos menos) y Castilla y León (-28,4%; por la destrucción de 6.300 plazas) son los casos más marcados. Entre las regiones que han creado empleo para este grupo formativo, destacan Galicia (+8,6%; 1.800 contrataciones) y Cataluña (+5,6%; 4.600 nuevos empleos).

Andalucía y Cataluña destacan por ser las únicas comunidades que han creado puestos de trabajo para los cuatro niveles de formación.

Análisis por situación profesional

Casi un millón, un 11,5% de las mujeres ocupadas, corresponde a emprendedoras. Además, hay un pequeño grupo de 59.000 mujeres (0,7% del total), que no son ni lo uno ni lo otro (miembros de cooperativas, ayuda en el negocio familiar, tareas voluntarias, etc.).

Entre las asalariadas, el colectivo más numeroso es el de las que trabajan en el sector privado, con 5,8 millones. Eso equivale al 68,1% del total de mujeres con empleo. El 19,6% que completa el grupo de mujeres que trabaja en relación de dependencia corresponde a asalariadas del sector público, que suman 1,7 millones.

Por su parte, las emprendedoras pueden desagregarse en dos grupos: empleadoras y autónomas (sin empleados). El más nutrido de los dos es el último, con 697.700 mujeres (8,2% de todo el empleo femenino). Las mujeres con empleados a cargo suman 288.925, un 3,4% del total.

Empleo femenino y sector de actividad

Una abrumadora mayoría de mujeres trabaja en el sector de los Servicios. En efecto, de los 8,6 millones de mujeres que trabajan en nuestro país, 7,6 millones lo hacen en dicho sector de actividad. Un número que equivale al 88,8% de todas las mujeres ocupadas.

Por otra parte, hay 660.600 mujeres que desempeñan su actividad en la Industria (7,7% del empleo femenino). Dado lo anterior, el porcentaje de mujeres que trabaja en los sectores de la Agricultura  y la Construcción es marginal: 2,3% en el primer caso (con un total de 194.900 personas) y apenas 1,2% en el segundo (las restantes 99.100).

El desempleo

Actualmente, hay en España dos millones de mujeres en paro. Por edad, el grupo más numeroso de mujeres sin empleo es el de las que tienen entre 35 y 44 años de edad, con 543.400 personas, que equivale al 27% de todas las mujeres en paro. Con 491.400 mujeres sin empleo, se encuentra la franja de edad de entre 45 y 54 años (24,4%). Es decir que más de la mitad de las mujeres sin trabajo (51,4%) durante el año pasado tenía entre 35 y 54 años de edad.

También resulta significativo el grupo de mujeres desocupadas de entre 25 y 34 años de edad, que reúne a 468.700 personas (23,3% de todo el paro femenino).

Los grupos de edad de 55 y más años, y de 20 a 24 años, tienen cada uno, cerca del 10% del total de mujeres desempleadas. El primero suma a 248.800 personas (12,4%), en tanto que el segundo agrupa a 199.800 mujeres (9,9%). Un grupo más reducido, de 59.100 mujeres desocupadas, tiene entre 16 y 19 años de edad (2,9% del paro femenino).

Y de los dos millones de mujeres sin empleo que hay en España, 741.800 tienen la primera etapa de la educación secundaria como máximo nivel formativo (36,9% del total de paradas). Por otra parte, 535.000 mujeres sin empleo (26,6%) han alcanzado la educación universitaria, mientras que 507.400 cuentan con la segunda etapa de la educación secundaria (25,2%). Las restantes 227.000 que buscan empleo sin conseguirlo no han estudiado más allá de la escuela primaria (11,3% de todo el colectivo de paradas).

El número de paradas se ha reducido en los cuatro niveles de formación, de una forma proporcionalmente similar: un 14,1% en el caso de las mujeres con hasta educación primaria (la mayor caída) y un 10,1% en el de las mujeres con no más que la primera etapa de la educación secundaria (el descenso más moderado). Sin embargo, en términos absolutos, la situación es la contraria: mientras han salido del paro 83.400 mujeres con la primera etapa de la secundaria, han hecho lo propio 37.100 que tienen solo hasta educación primaria.

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