De canchas y pasarelas

Isabel GarcíaIsabel García

Más ajustado, más escotado, más corto. Y es que las jugadoras de la Euroliga Femenina de Baloncesto ya pueden guardar en sus armarios las camisetas y los pantalones con los que han competido hasta ahora después de que la Federación Internacional de Baloncesto haya decidido que éstas tengan que llevar camisetas mucho más entalladas y pantalones como mínimo a diez centímetros por encima de la rodilla, con una anchura máxima de dos centímetros entre la piel y la tela. ¡Toma ya! ¿Sexista? No, qué va… Pero si solo tiene como objetivo “diferenciar los uniformes de los hombres de las mujeres”…  Pero si solo “se pretende ensalzar las cualidades de la mujer como una atleta y no como un objeto”… Pero si solo quieren “que cuando alguien haga zapping y aparezca un partido de chicas diferencie que es un producto diferente”. O al menos todo eso es lo que dice Elisabeth Cebrián, miembro de la Comisión de la Mujer de la FIBA Europa. Porque, claro, como están constantemente televisando partidos de baloncesto femenino… Y porque, claro, como solo se nos puede diferenciar a unos de otros marcando curvas… eso sí, siempre las nuestras… Y porque, claro, como lo siguiente será no poder federar a toda  jugadora cuyas medidas no se ajusten en un determinado tanto por ciento al 90-60-90 por aquello de los “cuerpos de atleta”…
 
Pero, a ver, ¿qué es lo que se supone que hay que ver botar en un partido de baloncesto femenino? ¿La pelota o…? Dejemos ya, como dicen desde la propia Asociación de Jugadoras de Baloncesto, de entorpecer la progresión de la mujer jugadora de baloncesto bajo debates y propuestas que no inciden en el desarrollo real de la competición; sino en utilizar a las jugadoras de baloncesto profesionales como objetos, atractivos desde el punto de vista de la estética masculina, y a las que se las quiere mediatizar no tanto por su valía de deportistas profesionales; como por lo atractiva a la vista que pueden ser para espectadores, más preocupados por percibir la exhibición de un cuerpo, que por seguir la jugada en el terreno de juego.
 
Isabel García

Tags:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Periodismo
Constructivo