Coordenadas clave del nuevo liderazgo

Ya no estamos ante una sucesión de cambios, vivimos en el cambio

Magdalena RequenaEl entorno de renovación profunda que nos envuelve, no tiene precedentes y ello nos ha obligado a cuestionar antiguas formas de actuación y a buscar otras para afrontar nuevas realidades empresariales, regidas ahora por paradigmas muy distintos. Inteligencia colectiva, liderazgo distribuido, flexibilidad, gestión emocional, cultura innovadora, son conceptos que, entre otros, emergen para dar respuesta a la necesidad de operar en las empresas con unos mimbres distintos. En esta línea reflexiva, parece obvio que el nuevo escenario demanda el ejercicio de un nuevo liderazgo que conlleva actuar desde competencias profesionales distintas a las diseñadas hace años. La dirección de personas basada en la planificación, el control y la gestión de lo predecible se sustituye por fórmulas de liderazgo distribuido, más inclusivo que ponen el foco en la persona y en su potencial aptitudinal y emocional.

Comparto en este espacio cinco coordenadas clave que, desde nuestra experiencia, han de ser el sistema de referencia de las personas que hoy lideran las organizaciones para moverse con garantía de éxito en este nuevo contexto.

1. Promover cambios. Un líder transformador ha de impulsar a la empresa hacia la innovación, llevando a las personas a un nivel de actuación que cuanto menos avance al mismo ritmo que el entorno.
El cambio es el motor de la innovación y el liderazgo es la palanca del cambio que permitirá crear las reglas del juego y las condiciones necesarias para lograr las transformaciones que las empresas hoy necesitan.

Quien lidera ha de saber que todo ello supone flexibilidad y capacidad para manejar la incertidumbre; valor para desprenderse de las formas de hacer del pasado, e ilusión por emprender un camino hacia el futuro.

2. Gestionar las emociones. Acometer los cambios que demanda el entorno conlleva hacerlo desde una praxis directiva que pone el foco en las personas y en la generación de confianza hacia ellas. Confianza que ha de traducirse en una movilización hacia metas elevadas que requieren compromiso y cohesión. Para ello, la persona que dirige ha de saber que su interior alberga todo un motor emocional capaz de irradiar el espíritu de entrega e implicación hacia todas las personas de la organización.

3. Impulsar la innovación. Decía Steve Jobs que “la innovación es lo que separa al directivo del líder”. Sin ser lo único, cierto es que la innovación ha pasado de ser un recurso deseable a imprescindible. Se trata de una prioridad básica y quien lidera ha de dedicar tiempo a desarrollarla pues será a través de ella como mejor podremos dirigir nuestro crecimiento como personas y profesionales y lograr la reinvención necesaria en las organizaciones.

4. Estimular el talento colectivo. Es inimaginable lo que el conocimiento compartido y bien orquestado puede llegar a generar. Por eso, la responsabilidad del liderazgo comporta la posibilidad de crear entornos de trabajo abiertos en los que las personas puedan decidir e implantar ideas, puedan equivocarse sin temor, puedan experimentar, puedan en definitiva crear. No hay límites en el potencial que nace a partir del talento colectivo. Cuando en un entorno profesional se respira confianza en la iniciativa y se siente el compromiso, será fácil observar el trabajo colaborativo, e inherente a ello el éxito. Significará que el talento colectivo está fluyendo.

5. Construir relaciones. La capacidad relacional es un instrumento imprescindible para la conectividad de emociones y conocimiento en las organizaciones. Sin recursos para la comunicación efectiva en contextos de diferente alcance -privados, públicos, personales, etc.- es inviable el desarrollo personal, empresarial y social. Por ello, la creación de espacios y oportunidades para la conversación y la conexión entre personas ha de formar parte de las acciones prioritarias en el ejercicio de liderazgo. Ante este escenario, resulta crucial que las personas que hoy lideran asuman el compromiso de reinventarse y articular sus actuaciones desde estas nuevas coordenadas para empujar así a sus empresas y equipos hacia retos presentes y futuros desafiantes. Todos estos aspectos se trabajan en el Executive MBA de EOI- Escuela de Organización industrial.

Magdalena Requena
Socia Directora de Itinera
Profesora en EOI-Escuela de Organización Industrial

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