Construyendo un futuro

Mª Ángeles TejadaMª Ángeles Tejada

Todas sabemos un poco de que va eso de las modas, normalmente van y vienen de la mano de las estaciones del año, ofreciendo sugerentes productos y servicios que a menudo se van repitiendo y sucediendo en intervalos de unos diez años. Este fenómeno más o menos lúdico se repite también en el mundo de los negocios y ocupa lugar destacado lo que conocemos como la autoayuda.
 
Ahora están de moda los libros sobre el sentido de la vida, mira por donde, gente como Stephen Covey, Alex Pattakos y mucho más en la línea del psiquiatra Viktor Frankl, nos recuerdan que la vida debe servir para algo y cómo buscarle el sentido a lo que hacemos. Claro está que las mujeres, ya hace siglos que le encontramos este sentido, especialmente nuestras abuelas, que no tenían tiempo a “deprimirse” porque la familia, los hijos y liberarse un poco de la esclavitud del entorno hasta conseguir algún derecho, ya les llevaba toda la vida.
 
Si ser empresaria era casi utópico hasta finales del siglo XX, tener éxito y sentirse reconocidas, era poco menos que milagroso; no obstante creo que  estas mujeres que fueron capaces de hacer florecer vidas con futuro, aplicaron casi siempre algunos principios, que merece la pena recordar, más que nada, para no perderlos de vista porque siguen vigentes.
 
Por si te atreves a iniciar algún camino como empresaria, y ojalá estuviera de moda serlo, lo primero que debes hacer es preparar un poco el terreno. Es importante tener apoyo familiar, eso que llaman conciliación y que significa simplemente liberarte de la presión y pensar un poco en ti y en tu ilusión emprendedora; el entorno puede ser facilitador o un obstáculo y si lo preparas todo es más fácil, la administración, las corporaciones femeninas, algunas consejerías del ramo y tú voluntad permiten un buen inicio. Después, traza un plan de empresa y ejecútalo, pero asegúrate de tener las personas adecuadas de tu parte y si no tienes los medios o los buscas o los inventas, pero sin perder de vista que el recurso más importante eres tú, tu confianza y todo lo que puedas aprender .
 
A partir de aquí, ya puedes empezar a hacer cosas. Mueve todos tus contactos, tu agenda y empieza a probar, pensando que si no te equivocas algunas veces es que lo has intentado poco, pon en marcha todas la iniciativas que consideres interesantes, el networking “fundamental”, tienes que dar a conocer al mundo lo que estás haciendo, y sobre todo mima a las personas  que confían en tu proyecto, colaboradores, clientes y proveedores, el buen rollo atrae y nos gusta comprar a quien nos trata bien, la buena comunicación es básica.
 
Cuando tu proyecto empieza a andar, protégelo y cuídalo, aprende de tus competidores, guárdate de las amenazas, descubre tu originalidad. Eso te hará diferente. Refuerza tu empresa, crea alianzas con los que piensan como tú, convierte a tus proveedores en partners, especialmente en el tema de recursos humanos; crea tu propio equipo, pero confía en el apoyo externo; consolida lo que vas consiguiendo y disfruta los resultados, procurando que también lo haga tu equipo; con eso y un poco de suerte, tu proyecto funcionará y con él tu propia vida.
 
 
Mª Ángeles Tejada
Presidenta de Fidem y Directora General de Randstad Especialidades

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