Consejos para el dolor de espalda

 

Sedentarismo, trastornos depresivos y malos hábitos posturales, principales causas

Mal y no enfermedad, porque, a pesar de los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud, ni el dolor en general ni el de espalda en particular están considerados como tal. El dolor es sólo un síntoma, a pesar de las abrumadoras estadísticas y de sus efectos sobre la población en todo el mundo. La OMS lucha cada 17 de octubre, en esta ocasión con el énfasis puesto en las molestias tras la cirugía y su cronificación, para que el dolor sea considerado una enfermedad per sé y para que su alivio se catalogue como un derecho humano.

Ata Pouramini, director de  Quiropractic Group y  autor del libro Tú eres tu medicina, indica que se debe incidir en la prevención, en vez de poner el acento en la medicación y posterior rehabilitación. Asimismo, es necesario tener siempre presente el componente psicosomático del dolor crónico de espalda, siendo este uno de los que suelen meter al enfermo en un círculo vicioso de difícil salida. A veces, explica Pouramini, resulta difícil, en un estadio avanzado del proceso, establecer en qué momento se ha agudizado, por ejemplo, una dorsalgia: si por una contractura o una lesión o si por el estrés nervioso que nos produce e propio dolor. Para evitar caer en el llamado “círculo vicioso del dolor de espalda”, el autor de propone unos sencillos consejos para la rutina diaria. Prevenir, siempre antes que tratar.

  1. Estira tu cuerpo a diario, por la mañana y por la noche. Con unos sencillos ejercicios que no conllevan ningún esfuerzo protegerás tu sistema músculo esquelético en general y la musculatura de la espalda en particular.
  2. 2.Di no al sitting: nada de estar ocho horas sentado en la oficina sin levantarte. Cada veinte minutos, abandona el puesto y camina o muévete durante ocho minutos. Siempre que puedas sube por las escaleras y quédate de pie en las reuniones.
  3. No escatimes en tu silla de trabajo. Debe estar diseñada con un punto de vista ergonómico para mantener tu espalda recta y recoger tu zona lumbar. Eso sí, antes que nada, aprende a sentarte bien. Siempre con los brazos a la altura de la mesa y los pies en el suelo. Si no llegas, procúrate un reposapiés.
  4. Mantén una buena actitud postural al caminar y al estar parado. Eso significa espalda recta, hombros en perpendicular y tripa hacia dentro.
  5. No ahorres en calzado. De la salud de nuestros pies y nuestra manera de caminar dependerá mucho el resto del cuerpo. Si eres mujer , mucho cuidado con los tacones. Procura vestirlos con moderación. No sólo modifican la postura del pie, sino que hacen lo propio con todo el cuerpo, al desplazar el peso del mismo hacia delante, siguiendo la forma del zapato
  6. Mantén a raya el estrés. En la espalda se somatizan muchas preocupaciones y transformamos en dolor muchas emociones negativas y problemas. Busca tus minutos diarios de silencio y trata de meditar.
  7. Revisa a los niños. La columna vertebral también se ve afectada por enfermedades de carácter genético y de diverso origen como la cifosis o la escoliosis. Prevenir es curar.
  8. Sé prudente y evita accidentes . No te tires de cabeza en lugares poco profundos, mantén la distancia de seguridad y utiliza las protecciones reglamentarias si practicas deportes de riesgo.
  9. Practica yoga, pilates u otra disciplina que, bajo supervisión, te ayuda a e fortalecer tu musculatura, a la vez que mantienes tu columna en su posición natural.
  10. La Quiropráctica es la disciplina más preventiva puesto que al cuidar de la columna protege el eje central de la espalda y el cuerpo. Los osteópatas y fisioterapeutas también te ayudan no sólo cuado hay lesión, sino de forma preventiva.

 

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