Cómo desarrollar el talento tras las vacaciones

 

La llegada de septiembre, después de recargar las pilas tras el verano, es la época perfecta para marcarse nuevos objetivos y metas que ayuden a potenciar y desarrollar el Talento. Gracias a ello se tendrá la capacidad de reconocer las nuevas oportunidades que surjan durante el nuevo curso y se sabrá cómo aprovecharlas.

Como ya es habitual en estas fechas, desde Talentoscopio se han elaborado una serie de consejos para aprovechar la vuelta a la actividad con una actitud de mejora continua de las capacidades profesionales y personales.

Para ello es fundamental, en primer lugar, no dejar de seguir entrenando nuestras competencias. De esta manera, no solo son importantes las habilidades técnicas que están directamente relacionadas con la función que se desempeña en una organización, sino que es necesario ahondar en lo que se denominan las tres inteligencias imprescindibles para el liderazgo.

“Cualquier directivo ha de cultivar de forma continua tanto su Inteligencia Emocional, que permite un mejor rendimiento, resultados y capacidad de negociación, como también la Inteligencia Cultural, con el fin de saber leer y adaptarse a otras culturas y mercados en los que queramos entrar, y la Inteligencia Generacional, fundamental en un momento como el actual en el que en una misma organización o incluso en el mismo proyecto trabajan personas de generaciones muy diferentes, con sus consiguientes maneras de pensar y de desarrollar su trabajo”, explica Marta Díaz Barrera, Asesora de Talento y fundadora de Talentoscopio.

Al mismo tiempo, se debe mantener una mente despierta y activa que nos impulse a seguir formándonos y conociendo los secretos y las últimas noticias, no solo de nuestro propio sector sino también de otros sectores diferentes. Todo ello, con el objetivo de desarrollar nuestro Talento para convertirnos en agentes de Innovación, una de las claves principales hoy en el mundo empresarial.

“En la medida en que cualquier profesional sea capaz de aprender de manera continua, de impregnarse de metodologías que funcionan y no se quede estancado o acomodado, estará apostando casi sin darse cuenta por entrenar y transformar su Talento y podrá aplicarlo en el día a día de la empresa”, añade Díaz Barrera.

De hecho, otro de los ejercicios ideales para desarrollar el Talento pasa por interesarse por nuevos proyectos que estén empezando a llevarse a cabo en la organización y ofrecerse para participar en ellos de manera proactiva, mostrando iniciativa e interés en ser impulsor del cambio e introductor de mejoras.

Buscar el lado positivo y tener una Actitud positiva es otro de las ámbitos a seguir entrenando. En el siglo XXI se valora ante todo una actitud cercana, colaborativa, que comparte conocimientos, comprometida, flexible y orientada siempre a resultados y a la experiencia del cliente/usuario.

El desarrollo del Talento, su evolución y transformación no es algo que haya que trabajar en el ámbito exclusivamente profesional. La vida diaria tiene muchas situaciones en las que podemos ejercitar nuevos Talentos; por ejemplo a través de actividades de voluntariado. Esto nos permitirá conocer mejor nuestra comunidad y formar parte de ella, nos enseñará a desarrollar la escucha activa, nos ayudará a ser más ágiles entendiendo y preocupándonos por las necesidades de los demás al tiempo que fomenta la toma de decisiones y la búsqueda de soluciones válidas.

 

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