Cómo aprovechar los antioxidantes
Los antioxidantes son muy importantes en la dieta habitual
Muchos alimentos ofrecen antioxidantes a nuestro organismo, pero dependiendo del antioxidante en cuestión y de la forma en que manipulamos, cocinamos o comemos los alimentos que proveen los mismos, podemos perder o desaprovechar muchos de ellos. Por ejemplo, la vitamina C, algunos ácidos grasos, la vitamina A y E, entre otros, se oxidan o se pierden si no cuidamos la forma en que cocinamos los alimentos que los poseen o si no almacenamos correctamente los mismos. Por ello, si deseas aprovechar al máximo los antioxidantes de los alimentos y disfrutar de sus beneficios en el organismo, debes tomar nota de los siguientes trucos.
• Evitar largos períodos de almacenamiento así como cocciones prolongadas, pues a mayor tiempo después de abierto un producto o de manipulado, mayor es la pérdida de nutrientes y antioxidantes según señala un estudio de la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética.
• Si debemos almacenar frutas, verduras, zumos naturales, aceite de oliva o semejantes, siempre mejor hacerlo en lugar fresco y en envase tapado y oscuro, pues la exposición al calor, a la luz solar y al oxigeno favorece la pérdida de vitamina C, flavonoides, y otros antioxidantes.
• Si cocinamos vegetales y/o frutas, mejor hacerlo al vapor o con la menor cantidad de agua posible, por un tiempo reducido.
• Lavar los alimentos a consumir antes de pelar y/o cortar y en lo posible, consumir con piel y cortar los mismos no mucho tiempo antes de su ingesta.
• Evitar frituras prolongadas o mal realizadas, pues las grasas solubilizan carotenos, vitamina A y E que poseen acción antioxidante.
• Combinar en preparaciones fuentes de carotenos, vitamina A y E con grasas sanas para favorecer su absorción en el organismo. Por ejemplo: podemos consumir una ensalada de hojas verdes con aceite de oliva, unos tomates cargados de licopenos o zanahorias con mucha vitamina A combinados con frutos secos, semillas u otras fuentes de buenas grasas.
• No descongelar alimentos congelados sino cocinar directamente, pues se ha demostrado que el descongelado y posterior hervido de algunos vegetales acentúa la pérdida de nutrientes antioxidantes como la vitamina C.
• Refrigerar zumos de frutas envasados una vez abiertos o recién elaborados en envase tapado para reducir la pérdida de vitamina C sobre todo.