Aurore Dupin: la escritora rebelde que firmaba como George Sand

Con una mente llena de cambios que plasmó escribiendo más de 140 novelas, obras de teatro y artículos periodísticos en los que se reflejaba su pensamiento político sobre la Francia después de la revolución. Mujer valiente que hoy se puede considerar como una figura del feminismo. Una frase suya que retrata muy bien su personalidad es: “Mi profesión es ser libre”.

El origen de su seudónimo

Esta escritora se llamaba: Aurore Dupin , no obstante, usaba el seudónimo de George Sand, Sand era un abreviado de Jules Sandeau, con quien comenzó a escribir. Este uso de seudónimos, no era algo único en ella, sino que otras mujeres como Mary Ann Evans usaba el de George Eliot y Cecilia Bohl usaba el de Fernán Caballero. Una forma de proteger su condición de mujer y de poder escribir.

Su infancia

Tuvo unos orígenes muy diferentes, ya que por un lado, era hija de una vendedora de pájaros y de un aristócrata de altísima cuna. Por lo que se crió entre dos mundos opuestos, suceso que dejó huella en su personalidad. Pues los ideales que nacieron de esa mezcla de creencias y sociedad distaban mucho de la época actual. Algo que definió posteriormente sus ideas políticas.

Su padre murió siendo ella una niña, y dado que tenía una madre que la llevaba por el mal camino, su abuela paterna, consiguió separarla de ella, y llevársela lejos. Justo a la mansión familiar. La madre no se opuso, ya que su relación con la hija siempre había sido bastante tensa.

Una personalidad única y apasionada marcada por su infancia

Una francesa que desafió las propias barreras sociales, situándose lejos de todo el convencionalismo. De las escritoras más destacada del siglo XIX. Que tuvo la peculiaridad o rebeldía de vestirse como hombre y fumar cigarros. Algo que iba en contra de la época que vivió. Donde la mujeres eran vistas “como ángeles” que debían situarse detrás del hombre y obedecer. Una rebelde. Que vivió como quiso, con quien quiso. Llegándose incluso a separar. Todo esto los plasmó en una extensa producción literaria.

Creía en un Dios al que no hubiera que orar, sino que se acudiera a él a través de la propia conciencia. Ese era para ella el concepto de religiosidad. La autora exaltaba Francia como ese lugar donde debían predominar los valores de igualdad, un sitio que sirviera de ejemplo. Pensaba que el pueblo francés era el más amable de todos los pueblos. Algo que para el resto podría sonar algo exagerado.

Otro valor para la escritora imprescindible que unía a la igualdad era el amor, el cual, veía como un motor necesario en la sociedad. Creía en estos valores de forma apasionada e idealista. Mujer adelantada a la época que luchó por los derechos de las mujeres: “El mundo me conocerá y entenderá algún día; y si eso no sucede, no importará demasiado, porque habré abierto el camino para otras mujeres” .

Su bagaje literario

Con un perfil literario de artista que amaba la naturaleza y con su concepción distinta de Dios… hechos que marcarons sus escritos fue una idealista soñadora. Sus obras fueron: Su primera novela: Indiana . Le siguió: Valentine , en ella hacía hincapié en los peligros y el dolor de un mal matrimonio. A continuación escribió Lélia, que condenaba la ley matrimonial y la sociedad. Después, escribió Jeanne, el primero de una serie de novelas, donde destaca el elemento pastoral. Y por último destacar su novela más conocida: Consuelo.

Se movía en el círculo de intelectuales de su época

Tuvo relación con grandes de la época que como ella han trascendido a la actualidad. De algunos se ganó las alabanzas y de otros las críticas. Casos fueron la amistad con Gustave Flaubert o Alejandro Dumas, Franz Liszt, así como a escritores de la talla de Heinrich Heine, Victor Hugo, Honoré de Balzac, Julio Verne o el famoso compositor Chopin. Cuya relación generó como fruto Un invierno en Mallorca, que fue un cuaderno de viajes autobiográficos. Las críticas le llegaron de escritores que no soportaban sus formas, ni sus escritos en defensa de la mujer y la libertad, como fue el caso de Charles Baudelaire.

La escritora y periodista cerró los ojos en el año de 1876 el 8 de junio. Rodeada de hombres que la admiraron y, sobre todo, la reconocieron y le ofrecieron su respeto. Su muerte fue causa por un cáncer gástrico a los 71 años de edad. Una vida donde defendió su forma de ser diferente, distinta, y especial con la que ha pasado a la historia; impredecible y libre.

 

Azucena Monge Pérez

Tags:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Periodismo
Constructivo