El management del futuro: jugar entra en juego

ALEXANDRA ANDRADE. SPRING PROFESSIONAL SPAIN

Muchas de las lectoras de estas páginas tienen un rol de manager que necesita liderar equipos, no siempre de una manera fácil. Hay tantos tipos de liderazgo como líderes y personas, pero hay algunas pautas que suelen ofrecer buenos resultados cuando de motivar y liderar a personas se trata.

Así, los managers poseemos uno de los retos más importantes y bonitos de cualquier compañía en términos de liderazgo: tener la capacidad de inspirar, liderar y desarrollar a todos los miembros de nuestro equipo. La palabra manager no solo supone la responsabilidad de dirigir un equipo, sino también la preocupación por fomentar los valores de la compañía a través de la confianza. Y es que… ¿qué compañía no sueña con ser considerada como un excelente lugar para trabajar? ¿Qué papel fundamental juegan los managers para conseguirlo?

Principalmente, los managers deben saber transmitir una misión clara a sus equipos.  Actualmente, existen todavía managers que no comunican correctamente sus objetivos, y esto, la mayoría de las veces, conlleva la aparición de conflictos internos. Es de vital importancia que los managers transmitan a sus equipos la estrategia de la compañía, informando sobre los resultados del negocio, la hoja de ruta a seguir y los cambios que puedan afectar al desempeño de su trabajo.

Por esta razón, es fundamental potenciar una buena comunicación para conseguir el éxito. Tanto el manager como el equipo deben tener confianza plena entre ellos. Este es el primer paso para crear un sentimiento de pertenencia y un ambiente colaborativo.

También es positivo desarrollar entre los equipos la cultura conocida como Psychological Safety, que consiste en permitir a los integrantes del equipo asumir riegos y que puedan experimentar por sí solos –“Don´t do the work of your people let them play”. El manager debe permitir que el equipo “juegue, que pueda expresar sus propias ideas sin miedo al fracaso y que asuma sus propios errores. Para ello, la clave es mantener el equilibrio entre ser exigente y dar apoyo para trasladar seguridad al equipo.

Según diferentes estudios sobre la seguridad psicológica, practicar ésta en equipos mejora los resultados de calidad, productividad y comportamiento de aprendizaje.

Cuando en un lugar de trabajo una persona se siente segura y no amenazada, se le abre un mundo de posibilidades a nivel de creatividad. Estudios sobre el cerebro nos dicen que los niveles de oxitocina aumentan y que esto provoca confianza en nuestro propio comportamiento. Las emociones positivas como la curiosidad, la inspiración y, sobre todo, la confianza, hacen que nuestra mente se abra, que nos sintamos motivados y positivos, y que nuestro cerebro se acelere en la búsqueda de ideas.

También, hoy en día, el reconocimiento es uno de los puntos más valorados incluso por encima del salario por los trabajadores, por lo que el equipo demanda cada vez más un manager que reconozca su esfuerzo y premie sus logros, tanto individualmente como en público, que sea accesible y esté dispuesto a dedicarle tiempo. Un manager disponible y con interés real hacia ellos, no solo como trabajadores, sino también como personas. Por eso, es importante que encuentren momentos donde compartan sus motivaciones, intereses o incluso sus preocupaciones.

El manager inspira a sus equipos. Con su comportamiento les hace sentir que cada día son mejores profesionales, que pueden contar con su ayuda y apoyo, no solo en sus victorias, sino también en sus desafíos. Hay que celebrar todos los momentos.

Alexandra Andrade

Directora de Spring Professional Spain

Grupo Adecco

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