El absentismo laboral en España supone pérdidas anuales por valor de un 5,4% del PIB

Eusebi González, Eusebi González, director territorial del Área de Gestión del Cliente Externo de la Mutua, durante su ponencia en la jornada
Eusebi González, Eusebi González, director territorial del Área de Gestión del Cliente Externo de la Mutua, durante su ponencia en la jornada

En España, el absentismo en la empresa tuvo un coste directo global a finales de 2013 de 25.500 millones de euros, equivalente a un 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB). En términos de costes de oportunidad de la no productividad por absentismo, que engloba el total de costes directos e indirectos, estas cifras equivalen a 55.000 millones y un 5,4% del PIB.

En total se contabilizaron un total de 140 millones de días perdidos en concepto de bajas por Incapacidad Temporal, lo que equivaldría a que 650.000 trabajadores no acudieran a su puesto de trabajo ningún día en todo el año. Estos datos, elaborados por Mutua Intercomarcal a partir de la Estadística de la Seguridad Social sobre Incapacidad Temporal, sobre la base de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral, abrieron la jornada “Cómo mejorar el absentismo laboral”, organizada conjuntamente por Mutua Intercomarcal y Secartys el pasado 18 de marzo en Barcelona.

Eusebi González, director territorial del Área de Gestión del Cliente Externo de la Mutua, fue el ponente de la jornada a la que acudieron representantes de gestorías y empresas de diversos sectores como servicios, banca e industria. Durante su presentación González expuso el marco legal existente y las próximas novedades al respecto, destacando entre ellas los objetivos generales marcados por el Estado de reducir el absentismo global en un 25%.

A continuación se caracterizaron los diversos tipos de absentismo existentes, incidiendo en la dificultad para cuantificar algunas de sus modalidades, como es el caso del absentismo presencial, en el que los trabajadores acuden al trabajo pero invierten el tiempo en tareas no relacionadas con éste y, en muchas ocasiones, utilizando recursos de la empresa para su desempeño. En relación a estos aspectos, González presentó los métodos de cuantificación de costes directos e indirectos: mientras los primeros hacen referencia a las prestaciones y los gastos médicos, los segundos consideran otros aspectos como la pérdida de productividad, o los costes de selección y formación de sustitutos, entre otros. En cuanto a su valoración, González apuntó que los indirectos tienen un coste 4 veces superior a los directos, por lo que resulta fundamental poder evaluar su impacto sobre la competitividad de las empresas y desarrollar planes orientados a su minimización.

En cuanto a las medidas para la reducción del absentismo, se puso en valor la introducción de las nuevas tecnologías, que desempeñan un papel clave en la interacción y establecimiento de protocolos entre las diferentes partes implicadas en el proceso, como son la empresa, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y la Mutua. Asimismo, las buenas prácticas y metodologías a aplicar en la empresa fueron compartidas y debatidas en la sesión. González compartió con los asistentes la experiencia acumulada por Mutua Intercomarcal al respecto, así como las herramientas que ofrece a sus asociados y colaboradores, como son el análisis de todos los datos sobre contingencias profesionales y comunes, los módulos divulgativos dirigidos a trabajadores con el objetivo de aportarles conocimiento y elementos de reflexión, o las aplicaciones móviles que permiten consultar en cualquier momento y lugar toda la información sobre su empresa. Además, se acercaron a los asistentes otras herramientas disponibles como Prevencion10 (www.prevencion10.es), un servicio público gratuito de asesoramiento en materia de prevención de riesgos laborales para microempresas y trabajadores autónomos, desarrollado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social para la autogestión preventiva.

Las intervenciones de los asistentes mostraron la necesidad de incentivar la comunicación, formación y participación de los trabajadores en este sentido, a fin de hacer de la reducción del absentismo en la empresa un objetivo común.

A pesar de que desde el inicio de la crisis económica España ha reducido los índices generales de absentismo, el país sigue liderando el ranking europeo. Según datos extraídos de la Encuesta de Coyuntura Laboral (ECL) del Ministerio de Trabajo, en el año 2003 la tasa se situaba alrededor del 3%, mientras que en 2009 se había visto incrementada hasta el 3,8%. Desde entonces, aunque de manera leve, no ha dejado de descender hasta situarse en el 3,5% durante el pasado 2012. Por ello, es necesario seguir desarrollando acciones de información y formación sobre el absentismo entre el tejido empresarial que contribuyan al impulso de la competitividad.

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