Voluntariado ambiental: poner en valor los recursos locales para mejorar el medio natural
La Comunidad de Madrid promueve el voluntariado ambiental como una forma más de mejorar el medio natural de la región y de implicar a un mayor número de madrileños en el cuidado del entorno. Este verano ha habido dos grupos de voluntarios que han trabajado sobre la Red de Vías Pecuarias y en la Sierra Norte. Con estas iniciativas logramos que los recursos locales de los habitantes de la Sierra se pongan en valor y se difundan más allá de nuestras fronteras”, ha destacado el viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Luis Asúa. Desde que se puso en marcha en 2009 el Programa de Voluntariado sobre la Red de Vías Pecuarias de la Comunidad, más de 2.000 personas han participado en esta iniciativa.
Los trabajos realizados por voluntarios se centran habitualmente en tareas de mejora de la cubierta vegetal, plantación de árboles y arbustos, retirada de escombros y vertidos, recuperación de muros secos, mejoras paisajísticas, etcétera. En este sentido, las actuaciones suelen ir encaminadas al mantenimiento de las plantaciones existentes como cavado, colocación y/o retirada de protectores o retirada de plantones muertos.
En el caso de los trabajos en la Sierra Norte, a lo largo de este verano más de 75 voluntarios de distintos países ha aportado su ilusión y trabajo para la mejora ambiental y cultural del Valle del Lozoya. Los voluntarios han trabajado coordinados desde los centros de educación ambiental Puente del Perdón (Rascafría) y El Cuadrón (Garganta de los Montes) para integrarse en labores de mejora del patrimonio natural y cultural del Valle del Lozoya.
El Centro de educación ambiental El Cuadrón ha acogido durante 15 días a voluntarios procedentes de Francia, Corea, Taiwán, Rusia, República Checa o Bélgica, junto a jóvenes de la Sierra Norte, en el convento de San Antonio de la Cabrera. Juntos han trabajado en la limpieza y mantenimiento del entorno del convento: regueras, fuentes, escaleras, recuperación de muros de piedra seca y conservación del maravilloso jardín monástico.
A pocos kilómetros de La Cabrera, en el corazón del alto Valle del Lozoya, en Rascafría, el equipo educativo del Centro de Educación Ambiental Puente del Perdón ha atendido a voluntarios españoles e internacionales la primera quincena de los meses de julio y agosto. Jóvenes franceses, armenios, turcos o checos se han organizado para trabajar de forma didáctica en la conservación y mantenimiento de diversas áreas del Centro.