Un informe concluye que el 80% de los trabajadores inmigrantes en Andalucía tiene un contrato temporal
El Centro de Estudios Andaluces, fundación adscrita a la Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía, ha publicado un nuevo número de la colección ‘Actualidad’ en el que se realiza un completo perfil de la población inmigrante que trabaja en Andalucía. Según este informe, en torno al 80% de los trabajadores extranjeros tiene un contrato temporal, frente a la población nativa en la que esta modalidad no está tan extendida, aunque la tasa de eventualidad supera el 50% para los hombres y el 60% para las mujeres.
El estudio se ha realizado a partir de la base de datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración denominada ‘Muestra Continua de Vidas Laborales’, cuya última oleada corresponde a 2007-2008. Sus autores, los investigadores José Ignacio García Pérez y David Troncoso Ponce emplean, por primera vez, esta información que incluye datos sobre las características profesionales de este colectivo, como su régimen de cotización, el tipo de contrato, su nivel de cualificación o el salario, a lo largo de su vida laboral.
La primera parte del trabajo permite analizar, desde una perspectiva general, cómo se distribuye la población de trabajadores inmigrantes en Andalucía a finales de 2008, según las distintas nacionalidades y sus características laborales. Las provincias de Almería y Málaga son las que concentraban un mayor número. Concretamente, el 21,36% de los hombres y el 16,07% de las mujeres inmigrantes trabajan en la provincia de Almería, mientras que el 27,36% y el 26,21%, respectivamente, lo hacen en la provincia de Málaga. En cuanto a nacionalidades, en Andalucía los marroquíes y los rumanos son los que representan mayor población pero, en general, existen diferencias significativas en cada provincia. Es el caso de Córdoba, para los colectivos de hombres rumanos (17,49%) y polacos (18,06%); de la provincia de Huelva, para los colectivos de mujeres marroquíes (44,50%), rumanas (42,44%), polacas (71,93%) y mujeres del resto de países de la Europa del Este (21,15%); o de la provincia de Jaén, para los colectivos de hombres marroquíes (11,40%) y hombres procedentes del resto de África (33,33%). La provincia de Cádiz, sin embargo, no presenta pesos importantes de trabajadores inmigrantes para ningún colectivo específico. Respecto a la edad de los trabajadores, casi el 100% tienen edades comprendidas entre los 16 y los 59 años y, por tramos, el grupo más numeroso corresponde al intervalo entre 30 y 44 años.
Sector agrario y empleados del hogar
La distribución según el Régimen de Cotización de la Seguridad Social difiere enormemente entre nativos e inmigrantes. La población inmigrante se caracteriza por estar repartida entre el régimen general, el régimen agrario y el régimen especial de empleados de hogar -este último es especialmente importante para el caso de las mujeres inmigrantes-, mientras que la población nativa se concentra fundamentalmente en el régimen general de la Seguridad Social.
Se pueden distinguir varios grupos de inmigrantes en función del grado de concentración de su población en el sector agrario. Se observa que, de media, más del 40% de los trabajadores africanos, rumanos y polacos cotizan en el régimen agrario y que la presencia de las mujeres en dicho sector es aún mucho más acusada: el 63,76% de las mujeres rumanas y el 75,09% de las mujeres polacas trabajan en el campo.
En cuanto a la distribución por nacionalidades de trabajadores dentro del régimen especial de empleados de hogar, son las mujeres de origen latinoamericano las que mayor presencia tenían en estos empleos, con una media del 29,7%, seguida de las mujeres asiáticas (16,99%), del resto de Europa (14,93%) y, finalmente, mujeres de origen africano (10,40%). Respecto al nivel de cualificación para todos los colectivos de inmigrantes analizados (a excepción de los trabajadores procedentes de países de la UE-15), y para ambos sexos, casi el 90% de los trabajadores están empleados en ocupaciones con niveles de cualificación media-baja y baja. La existencia de trabajadores inmigrantes ocupando empleos con niveles de cualificación elevados en Andalucía es prácticamente inexistente, obteniendo para el conjunto un porcentaje que no supera el 2% del total, tanto en hombres (2,05%) como en mujeres (1,8%). Únicamente se encuentran algunos ratios más elevados entre la población de trabajadores procedentes de países del resto de Sudamérica (básicamente Argentina, México, Cuba, República Dominicana, Perú, etc.), para los que el 6,56% de los hombres y el 4,12% de las mujeres tienen un puesto de alta cualificación.
Salarios inferiores
Por último, el trabajo ofrece un análisis comparativo detallado de tipo salarial de la población de trabajadores inmigrantes y nativos. Como conclusión destacada, los investigadores detectaron diferencias salariales importantes entre ambos grupos, aumentándose a medida que se elevan los sueldos. En su análisis trataron de cuantificar, además, qué parte de las diferencias se pueden atribuir a las distintas características laborales y de formación entre los dos grupos, señalando que un alto porcentaje de dicha brecha salarial se puede atribuir a factores relacionados con la presencia de cierta discriminación en los sueldos.
El crecimiento del fenómeno migratorio en Andalucía y, en concreto, en el mercado de trabajo andaluz pone de relieve la importancia de este tipo de investigaciones que proporcionan un conocimiento exhaustivo de gran utilidad sobre esta población, tanto para los gestores públicos como para los agentes privados que proporcionan empleo.