Un trabajo para cerrar el círculo de la violencia de género

 

“Me casé con un hombre que me prohibió hacer las cosas normales que hace cualquier mujer… Llegó la última paliza, me desvió el tabique nasal, tuve la cara morada 15 días y sus últimas palabras fueron: si no eres mía, no serás de nadie. Tu fin es el cementerio.

Denuncié y me fui con un hijo a cada mano, pero tenía mucho miedo; miedo a perder la custodia de mis hijos porque no tenía trabajo, ni casa, ni dinero. Sólo tenía una orden de protección… así que me propuse aferrarme al camino de la lucha”.

Ana Muñoz de Dios Castro

Son palabras reales de una de las mujeres que cada día llegan a Fundación Integra. Llegan con historias desoladoras pero con una firme intención de seguir adelante y conseguir un trabajo que les permita obtener la independencia económica necesaria para asegurar su futuro y el de sus hijos.

Cuando estas mujeres llegan a nosotros buscando un apoyo para encontrar un empleo, presentan graves secuelas provocadas por el maltrato. Están aisladas, sin recursos, su autoestima es muy baja y, en muchas ocasiones, carecen de habilidades socio-laborales para afrontar la búsqueda de empleo, no tienen experiencia previa o llevan años retiradas del mundo laboral. Por eso, en Fundación Integra, las ayudamos a poner en valor sus capacidades y fortalezas y a saber trasladar en las entrevistas de trabajo su valía personal y no su necesidad. Lo conseguimos acompañando a cada mujer en su proceso de búsqueda de empleo y gracias al apoyo de decenas de formadores voluntarios de empresas colaboradoras, que trabajan con ellas su fortalecimiento emocional, motivación y habilidades laborales.

Tras esta formación, toman conciencia de que son mujeres fuertes y preparadas que necesitan una oportunidad de trabajo por la que están dispuestas a dar el 100% de sí mismas. Esto es lo que hemos aprendido en 14 años de experiencia, en los que más de un centenar de empresas han confiado en nuestra capacidad de formar y seleccionar personas, ofreciendo puestos de trabajo a mujeres que buscan su oportunidad de dejar atrás un pasado de exclusión.

Muchas de estas empresas que apuestan por el trabajo como herramienta para salir del círculo de la violencia de género, pertenecen a la Red de Empresas por una Sociedad Libre de Violencia de Género, una iniciativa del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad. Como parte de esta red, Fundación Integra ayuda a las empresas en la contratación de mujeres que han sufrido violencia de género y en la sensibilización de sus plantillas frente a esta lacra social.

Desde 2001 hemos conseguido más de 2.100 trabajos a víctimas de violencia de género, que han demostrado ser trabajadoras productivas y muy comprometidas. Para estas mujeres, tener un trabajo significa independencia económica, un futuro para su familia y sobre todo, una nueva vida lejos de la violencia de género.

“Con el contrato laboral llegó la independencia con mis hijos, pude alquilar un piso y todo empezó a funcionar hasta hoy… ¿Qué ha aportado Fundación Integra a mi vida? Estabilidad, felicidad y sobretodo recuperar la autoestima que hace años perdí”.

Ana Muñoz de Dios Castro

Directora General de Fundación Integra

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