
Teresa Jiménez-Becerril pide junto a Suu Kyi cambios que permitan a las mujeres birmanas participar en política

La eurodiputada del Partido Popular Teresa Jiménez-Becerril ha participado en la Conferencia Internacional de Mujeres Parlamentarias, celebrada este fin de semana en Myanmar (Birmania), con el fin de promover el liderazgo femenino en política en un país en el que la participación de las mujeres es prácticamente inexistente. Jiménez-Becerril ha tenido la oportunidad de compartir esta conferencia con la activista Aung San Suu Kyi, de quien ha dicho que debe ser la próxima presidenta birmana.
La eurodiputada ha pedido junto a Suu Kyi que se hagan los esfuerzos necesarios para iniciar los cambios que permitan a las mujeres birmanas no solo participar en política, sino también liderar el proceso hacia la democracia en Birmania. Así, ha destacado en su intervención la importancia de la figura de Aung San Suu Kyi, “quien ha sacrificado lo más valioso de su vida, renunciando a la libertad y a su familia para luchar por la libertad y la democracia en su país. Tenerla cerca, poder dirigirme a ella y mostrarle mi admiración es algo que no olvidaré mientras viva”, ha señalado.
Teresa Jiménez-Becerril ha incidido en la importancia de que las instituciones internacionales apoyen los esfuerzos de las mujeres en Myanmar para aumentar su participación en la toma de decisiones políticas y ha asegurado que no puede haber una democracia real si esto no se produce.
Durante su participación en este encuentro, la eurodiputada popular ha tenido la oportunidad de explicar, ante personas de más de 20 países, su trabajo en defensa de los derechos de las víctimas y su lucha para conseguir darles voz, protección y reconocimiento.
En este sentido, se ha referido a la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo de normas mínimas sobre los derechos, el apoyo y la protección de las víctimas de delitos, de la que ha sido ponente. A su juicio, la aprobación de esta norma es muy necesaria “porque la Unión Europea tiene que ser un espacio de libertad, seguridad y justicia, porque era preciso garantizar unas normas mínimas para proteger a todas las víctimas de delitos en toda la UE, ya que las víctimas tienen derecho a información, a escuchar y a ser escuchadas, y porque las víctimas con necesidades específicas tienen derecho a una protección especial”.
Todo ello debía ser recogido en una norma común que fijara unos criterios claros de aplicación en todo el territorio de la Unión Europea, una Directiva que, según ha explicado Jiménez-Becerril, se ha sacado adelante con mucho esfuerzo y mucha negociación pero que por fin da unas garantías a las víctimas que hasta ahora no tenían.
No obstante, la eurodiputada ha reconocido que a la UE le quedan muchos retos que afrontar en el ámbito de la justicia, tareas difíciles que se complican aún más en este periodo de crisis económica. Por ello, ha abogado por que “todo esfuerzo para reforzar los derechos de las víctimas y facilitarles servicios de apoyo adecuados se considere como una medida rentable, que contribuirá de forma positiva a facilitar la denuncia de los delitos y a mantener la sostenibilidad de los sistemas nacionales de justicia y de salud”.