Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno y ministra de la presidencia
Soraya Sáenz de Santamaría certifica con su nombramiento como vicepresidenta del Gobierno, una brillante carrera política iniciada hace tan sólo once años en la que siempre ha permanecido al lado de Mariano Rajoy, quien reconoce así su lealtad e infatigable capacidad para el trabajo parlamentario. Portavoz del PP en el Congreso durante la última legislatura, era fija en todas las quinielas de «ministrables», una expectativa que Rajoy no ha defraudado al designarla además ministra de la Presidencia y portavoz del Ejecutivo, una prueba de que la vallisoletana cuenta con la absoluta confianza del presidente.
Nacida en 1971, siempre ha destacado por este tesón en todas sus responsabilidades, y de ello dan fe aquellos que han trabajado en alguno de sus equipos, sin horarios, siempre infatigable y bajo el máximo nivel de exigencia.
Entró en el Parlamento en 2004, para sustituir a Rodrigo Rato, que había dejado su escaño para dirigir el Fondo Monetario Internacional, pero fue en 2006 cuando comenzó a despuntar por sus dotes negociadoras en la ponencia parlamentaria del Estatut de Cataluña.
Acompañada de Federico Trillo, otro de sus valedores, allí tuvo que hacer frente a largas y complejas jornadas de discusiones jurídicas; su valía no pasó desapercibida para sus adversarios. Tras la derrota del PP en las elecciones de 2008, Rajoy renovó su total confianza en ella al encargarle el delicado puesto de portavoz del grupo parlamentario, una plataforma desde la que ha ejercido de manera implacable su papel, sobre todo en las sesiones de control.