
La Junta de Andalucía restaura un óleo de la escuela flamenca propiedad del Monasterio de Santa Paula de Sevilla
La Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, a través del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), ha concluido la restauración de ‘San Jerónimo en su estudio de Belén, la obra restaurada.’, óleo sobre tabla que presenta las características propias de la escuela flamenca del siglo XVI. El cuadro, que fue atribuido y fechado por error al artista de Amberes Marinus Van Roymerswaele en 1497, fue adquirido por el XVII duque del Infantado en Amberes en 1923 y llega al Real Monasterio de Santa Paula de Sevilla al recibirla su hija, priora del cenobio, como herencia a final de los años sesenta del siglo XX.
La intervención llevada a cabo en el IAPH ha supuesto la recuperación de una obra de la escuela flamenca de la segunda mitad del XVI desconocida para la ciudadanía y que quedará expuesta en el Museo del Monasterio de Santa Paula.
La pintura aúna precisión técnica, minuciosidad y una gran simbología iconográfica. Como es habitual en los pintores flamencos, presenta una composición equilibrada y gran calidad en los materiales utilizados.
El autor de la obra tuvo que ser gran conocedor de los grabados, dibujos y pinturas que el artista alemán Alberto Durero realizó sobre el tema representado y en los que se inspiró el pintor de esta tabla. Por ello se descarta la autoría de Roymerswaele, ya que los rasgos morfológicos y estilísticos del artista belga son distintos a los que se aprecian en esta obra.
Las técnicas no destructivas aplicadas y los análisis químicos realizados para el estudio de los materiales han permitido determinar que la capa de preparación está realizada en carbonato cálcico, material propio utilizado por la escuela flamenca en el siglo XVI.
Los daños que presentaba la obra debido a intervenciones anteriores han afectado negativamente a su estado de conservación. En el examen realizado con luz ultravioleta se localizaron los repintes, que han sido eliminados al igual que los barnices oxidados, ya que ocultaban un alto porcentaje de la pintura original.