
Rita Luna, una actriz malagueña del siglo XVIII, que debutó a los 19 años y ejecutó lo mejor de los clásicos
Hija de los cómicos Joaquín Alonso Luna y de Magdalena García, naturales y vecinos de Oliete, Rita Luna (retrato de Goya) nació accidentalmente en Málaga el 26 de diciembre de 1770 según unos, el 28 de abril de 1770 según otros. A los 19 años hizo su debut en un teatro provisional establecido por el actor Sebastián Briñoli en un bajo de la calle del Barco, de Madrid. Desde entonces se dedicó a representar comedias del teatro antiguo. En 1791 alcanzó un triunfo resonante ejecutando el papel de sultana en el drama La esclava de Negroponto. En 1898 ejecuta en el teatro de la Cruz lo mejor de nuestros clásicos: El desdén con el desdén, La casa con dos puertas, El vergonzoso en palacio, y la Estrella de Sevilla, comenzando a ganar sumas importantes, hasta 25.000 reales por temporada, cantidad respetable para su tiempo. En 1804 después de representar Las bizarrías de Belisa, de Lope de Vega, elevó un memorial a los comisarios anunciando su retirada del teatro y pidiendo su jubilación. El Ayuntamiento de Madrid resistiéndose a creerla le otorgó la jubilación interinamente sometiéndola a trabajar cuando el rey o el propio Ayuntamiento lo requiriesen. La actriz insistió reclamando su jubilación definitiva y con el apoyo de sus amigos y admiradores consiguió que le otorgasen una paga de 8.200 reales anuales. Se retiró al Pardo y entre este lugar, Madrid, Toledo, Málaga y alguna otra población, vivió retirada del teatro entregada a la más austera vida y severas devociones hasta su muerte acaecida en 1832.