¿Quién pagará la jubilación?
No se trata de agriar las vacaciones a nadie, pero acabamos de llegar de la playa y ya nos están pidiendo que nos montemos en la “montaña rusa” del día a día y lo de subir no es sólo por los precios que están de vergüenza, es increíble que mientras en cualquier rincón de España, el precio de un café supera 1 euro, mientras que el mejor café del mundo está en Italia y a un 20% menos y seguimos… que la leche en Alemania o incluso en Francia, cueste menos que aquí, ¿no es para reírse?
Ya anuncié que la vuelta de vacaciones iba a ser movida, porqué además de subir todo lo que se consume y a pesar de que se rebajen las “chorradas” ropitas, electrónica y otros objetos que no sirven para vivir, pues parece que no hay “faena” para todos y en menos de un año tenemos un 24% más de parados.
A algunos empresarios se les ha ocurrido bajar los salarios, no me gusta la medida, ni siempre es justa su aplicación, una cosa es limitar los incrementos y otra es “jugar” con lo que te da de comer. Ciertamente hay que racionalizar gastos y optimizar recursos, pero siguiendo el camino de mejorar recursos, ganar en productividad y si hace falta trabajar más, pero el salario mejor “ni tocarlo, no puede caer sólo en el trabajador el peso de una crisis, que es de casi todos, de valores, hábitos, mercados, políticos y más.
Visto el problema desde otro punto, la cuestión va a ser que con
456.000 trabajadores menos, de ellos sólo 273.000 de la construcción ¿cómo se van a pagar las pensiones? Sí, ya sé que ahora hay superávit, pero ¿cuánto va a durar?
Por otra parte los fondos de pensiones vienen perdiendo un 4,8% en el último año, o sea que el problema es más trascendente de lo que aparenta y encima nos encontramos a las Cajas, con la morosidad más alta desde 1994.
Naturalmente no tengo verdades absolutas frente a la crisis, de hecho nadie las tiene, bueno sí, los que desde algún lugar “manipulan” la economía, los que prohíben energías alternativas, los que invaden los mercados con productos inútiles, todos esos “intermediarios” que no aportan ningún valor y que son “rémoras” para los productores que nos alimentan, muchos políticos que aparte de hablar mucho, no se enteran de cómo vive la gente etc.
Pero los y las empresarias, sabemos que una empresa se lleva como una familia y cuando toca “estrecharse el cinturón” pues se hace y punto,
pocos lujos, menos ocio y más trabajo.
La única forma válida para remontar, no es otra, que crear conciencia de “grupo” o de equipo y liderar con el ejemplo.