¿Puedo comer jamón si llevo una dieta saludable?

Cada vez son más las personas que se preocupan por su alimentación, de forma que esta sea sana y equilibrada. Se ha demostrado, que llevando a cabo una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras, ayuda a mantener nuestro mejor estado de salud, evitando el desarrollo de enfermedades y, también, alargando nuestra vida y su calidad. Esta preocupación por la alimentación ha dado lugar a que cada vez sean más, las personas atraídas por recetas, productos y estilos de vida “healthy”, en los que predominan los productos naturales y ecológicos, bajos en grasas y no procesados, por encima de los alimentos industriales, que tantos aspectos negativos conllevan para la salud.

Y ¿qué pasa con el jamón? El jamón es uno de esos alimentos, que a la mayoría de las personas encantan y disfrutan comiendo. Pero, que al mismo tiempo, genera tantas dudas a la hora de la conveniencia de su consumo. Por ello, en este artículo, quiero hablar de la compatibilidad del jamón en una dieta saludable.

Beneficios del jamón en la salud

En nuestro país es el jamón serrana o ibérico, lo que en Noruega es el salmón. Un alimento que representa a todo un país y a una gastronomía. Por ello, no es de extrañar, que la mayoría de las recetas que componen nuestra cultura gastronómica cuenten entre sus ingredientes con el jamón. Pero ¿es saludable comer jamón? La respuesta es sí. El jamón es uno de los alimentos más ricos en y nutritivos que disponemos en nuestra gastronomía.

El valor nutricional del jamón serrano es muy alto, ya que cuenta con minerales muy importantes para el perfecto funcionamiento de nuestro organismo. Hablo de minerales como el hierro, el calcio, el zinc, el magnesio y el fósforo, entre muchos otros. Por si fuera poco, es una gran fuente de Vitaminas del complejo B y Vitamina D. Además, en cuanto a propiedades, estas son muy similares a las del aceite de oliva, siendo la mayoría de las grasas que componen el jamón, grasas insaturadas.

Con todas estas propiedades nutricionales, no es de extrañar que el jamón cuente con múltiples beneficios para nuestra salud. Para empezar el hierro que contiene el jamón, ayuda a la prevención de la osteoporosis (disminución de la masa ósea). Sobre todo durante la menopausia. El consumo diario de hierro recomendado es de 10mg para los hombres, 15mg para las mujeres (si están embarazadas o en etapa de lactancia debe ser 25mg) y de 10 mg para los niños. Con esto, 100 gramos de jamón, pueden cubrir estas necesidades en un 7,2% en el caso de las mujeres, un 12% en el de los hombres y un 18% en el caso de los más pequeños. De la misma forma, comer jamón también ayuda a prevenir la arterioesclerosis. Síndrome caracterizado por la infiltración de sustancias lipídicas en las paredes de las arterias – una de las principales muertes en los países occidentales-.

Con el jamón como parte de nuestra alimentación saludable, podemos regular el colesterol. Como todos ya sabemos, tener altos los índices del colesterol es muy perjudicial para la salud – además puede influir en la aparición de la arterioesclerosis. Para ello, comer jamón serrano puede ayudarnos a mejorar nuestros niveles de colesterol LDL y HDL, gracias a sus ácidos grasos y oleicos. Por otra parte, el jamón es un alimento, que podemos incluir en aquellas dietas hipocalóricas.

Pero no sólo eso. Además el jamón nos ayuda a superar el estrés, la depresión y, en general, las etapas de bajo estado de ánimo; gracias a su contenido en vitamina B1.

Otros minerales, que contiene el jamón, como el zinc mejoran nuestra capacidad de atención y comprensión, contribuyendo en la capacidad intelectual, lo cual lo hace un alimento excelente para los estudiantes. Sobre todo en época de exámenes. El mismo contenido en zinc, hace al jamón un alimento muy apto para deportistas, retrasando la aparición de la fatiga.

Por otras parte, el jamón tiene alto contenido en polifenoles, que son antioxidantes y antiinflamatorios muy potentes, que también podemos encontrar en las verduras y, que son muy positivas en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Pero ¡Ojo!, esto no quiere decir que podamos sustituir los vegetales por la ingesta de jamón. Cuando hablamos de dieta sana y equilibrada, quiere decir una dieta en la que se incluyan las cantidades adecuadas de carne (en la que se incluye el jamón), pescado, frutas y verduras, sin excepción.

¿Puedo comer jamón si estoy a dieta?

La respuesta es sí. Lo cierto es, que el jamón tiene muy bajo contenido en hidratos de carbono – menos de 0,5gr por cada 100gr. Lo cual, lo hace un alimento recomendable en aquellas dietas destinadas a la pérdida de peso. Por tanto, estar a dieta no quiere decir que tengamos que abandonar el jamón. Los expertos en nutrición aseguran que el jamón es un alimento muy sano, que puede incluirse en cualquier tipo de dieta de adelgazamiento, ya que el 90% del jamón es proteína de calidad y sólo cuenta con menos de un 10% de grasa.

Por cada 10gr de jamón, que comamos, estaremos aportando a nuestro cuerpo 160 calorías. De forma, que podemos introducirlo en nuestra dieta en cualquier momento del día, incluida la cena. Aunque mucho cuidado con esto, no debemos acompañarlo de pan de ningún tipo.

Por otra parte, si hablamos de jamón ibérico –como el que puedes encontrar en la tienda de jamones de Jamón Puro Bellota-, la cuestión mejora. El jamón ibérico es nuestro gran aliado a la hora de hacer dieta, ya que sólo contiene un 10% de grasa y es muy rico en ácido oleico. En consecuencia, podemos sustituir otras carnes más grasas por jamón ibérico.

Finalmente, es muy importante tener en cuenta que la combinación del resto de alimentos con el jamón, es esencial para llevar a cabo una alimentación saludable. Como digo, el hecho de que los nutricionistas recomienden el jamón en nuestra alimentación, no quiere decir que podamos eliminar de esta alimentos como las frutas y verduras frescas. Si no, que podemos comerlos en estupendas combinaciones como alcachofas con jamón, ensaladas con jamón, melón con jamón, brochetas de verduras asadas con jamón… Las opciones son infinitas. Además, no debemos olvidar, que parte esencial de una dieta sana pasa por hacer ejercicio, evitando el sedentarismo, y beber 2 litros de agua diarios.

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