¿Por qué no hay mujeres entre los líderes sindicales?

Cándido Méndez, Ignacio Fernández, Jacinto Ceacero, Julio Salazar,… sólo nombres masculinos para representar a las trabajadoras y trabajadores españoles. Pero, ¿por qué? ¿No hay mujeres dispuestas a asumir esta labor? ¿No hay apoyo hacia las mujeres por parte de las organizaciones sindicales? ¿Hasta qué punto están presentes en las mesas de negociación? ¿Sabemos defender nuestros derechos?
 
Participantes:
– Blanca Ávila, secretaria de Igualdad y Salud Laboral de UGT de la Federación de Servicios Públicos de Sevilla
 
– Mª Jesús Ballesta, responsable de la Secretaría de la mujer de la Sección Sindical de CCOO en el Ayuntamiento de Sevilla
 
– Patricia Gallegos, Secretaria de Organización de CGT Sevilla y delegada de CGT en Teleperformance
 
– Nora Portz, delegada de USO en la Base Aérea de Morón
 
¿Cuáles son las grandes prioridades de las trabajadoras en estos momentos?
Patricia: Diría que la primera gran prioridad para la mujer es que los cuidados dejen de ser sólo cosa de ella. Los cuidados de los hijos, de la casa, de las personas dependientes… siempre es ella la que lleva el mayor peso de la carga. Es necesario que se haya mucha más corresponsabilidad y que desde las Administraciones se apoye esta idea. Sigo sin entender por qué el permiso de paternidad es de 15 días y el de maternidad de 16 semanas.
Mª Jesús: De ahí parte todo. Si hay corresponsabilidad las mujeres podríamos crecer más profesionalmente. De hecho, en mi caso, puedo llevar adelante todo lo que llevo porque mi marido comparte conmigo, si no compartiese no podría hacer tantas cosas. En CCOO trabajamos por la conciliación de la vida familiar, pero no dándole más permisos a la mujer, sino dándoles más a los hombres y fomentando el que hagan uso de ellos.
Nora: En mi caso, comparto todas las responsabilidades con mi marido. Un ejemplo de ello es que él ha sido quien ha solicitado la reducción de jornada, pero porque él está contento de estar en casa con sus hijos disfrutando de ellos. El problema no es sólo la mentalidad de algunos hombres que es algo que se va superando poco a poco, sino la mentalidad de las empresas que no entienden el derecho de los hombres a conciliar a pesar de que haya una ley que recoge esos derechos.  
Blanca: Desafortunadamente, la generalidad no es tu caso. Hoy por hoy es la mujer, trabajadora o no, quien lleva la responsabilidad familiar de los hijos, las tareas del hogar, el cuidado de sus mayores. Esto influye en datos como la tasa de desempleo, ya que muchas mujeres se sienten obligadas a dejar de trabajar porque no pueden llevarlo todo para delante. Otra preocupación que destacaría es la diferencia salarial, que sigue estando ahí aunque en función del sector de producción será mayor o menor. Esa diferencia salarial parte de esa misma carga, que hace que la mujer tenga muy limitado su tiempo para formarse, asistir a cursos que faciliten la promoción dentro de su empresa y con ella que aumente su salario.
 
Con algo más de dos años de trayectoria, ¿qué diríais que ha significado para la aprobación de la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres?
Blanca: Uno de los puntos estrellas han sido los permisos de paternidad que aunque ahora se van cogiendo más han servido para que muchos hombres se hayan visto en tesituras en las que las mujeres nos venimos viendo desde años. Es decir, ha habido muchos hombres que se han visto amenazados o despedidos por el hecho de solicitar un derecho reconocido por ley. Afortunadamente cada vez hay un mayor marco normativo que va facilitando el camino, aunque sí es verdad que en el caso de la Ley de Igualdad ésta no ha resultado efectiva desde el momento en el que salió. Con todo, no cabe duda de  que ha sido un paso muy importante pero que deja muchas lagunas a las mesas de negociación porque, de entrada, tampoco se podría perfilar del todo ya que de hecho hay sectores a los que, reconozcámoslo, no les viene bien la Ley de Igualdad.
Mª Jesús: No lo ha sido y no lo está siendo porque la Ley deja mucho espacio a la negociación colectiva y en ésta plantear temas como conciliación de la vida familiar y laboral se hace muy difícil. No tenemos ningún problema cuando se habla de cualquier otro tema hasta que planteamos conciliación familiar y te reprochan que cómo hablar de esto con la crisis que hay ahora.
Nora: Es totalmente cierto. La Ley no está en blanco y negro, hay una gama de grises a la que la negociación tiene que dar color. Hay muchos puntos que tienen que ser negociados. El problema es que en las mesas de negociación hay muchísimos más hombres que mujeres, hombres que dan menos importancia a estos temas que nosotras y que lo que hacen es remitirse a la Ley, sin tener en cuenta que muchos de los puntos de dicho documento remiten a la negociación colectiva.
Patricia: Pero, ¿cómo consigues que haya mujeres en las mesas de negociación si dentro del sindicato no hay mujeres dispuestas a asumir responsabilidades e incluso cuando son propuestas rechazan el cargo por falta de tiempo para estar en su casa, con sus hijos, con sus maridos…? Ese problema con los hombres no te lo encuentras, casi todos, por no decir todos, aceptarían una propuesta de nombramiento.
Blanca: El problema en organizaciones sindicales como las nuestras es que requieren de horas que van más allá de las siete u ocho horas diarias. Por eso, de entrada, tú no puedes ofrecerle a una mujer un cargo de responsabilidad, hay que hacerlo desde abajo, explicándole que no va a consumirle horas de su tiempo libre, que va a tener un crédito horario para hacer ese trabajo, comentarle las mejoras que va a conseguir no sólo para ella sino también para sus propias compañeras… El problema en que la mujer cuando se le propone algo, antes de decir sí o no, miramos todo lo que tenemos detrás, la mochila que tenemos detrás a la que sólo pensar que le vas a echar una piedra más te hace decir que no puedes más.
 
¿Es, entonces, la paridad en los sindicatos un objetivo lejano? ¿Cuál es el germen de esa falta de paridad, la falta de apoyo por parte de las organizaciones, o la falta de mujeres como mencionabais antes¿ ¿Por qué no hay mujeres entre los líderes sindicales?
Blanca: Nuestras organizaciones han sido hasta hace muy poquito llevadas y dirigidas mayoritariamente por hombres. Pero es verdad que las mujeres cada vez más están más en el seno y en las ejecutivas de las organizaciones sindicales y la prueba está ahí. En UGT, por ejemplo, hemos modificado los estatutos para que en las ejecutivas de los distintos estamentos haya como mínimo de cada sexo un 40% aunque en la práctica se está yendo más allá. Y lo hemos hecho así porque es fundamental la presencia y el trabajo de las mujeres en los sindicatos, porque para poder acabar con la discriminación es necesario que estemos en las mesas. Porque lo cierto es que si de verdad hubiera una igualdad real de oportunidades, no ya en los sindicatos sino en todos los ámbitos, no se tendrían que poner cuotas ni pedir paridad y entonces sí se exigiría la igualdad por mérito y capacidad. Pero la realidad es que a ese punto aún no hemos llegado, cuando lo hagamos seguro que seremos más mujeres que hombres los que dirijamos el ‘cotarro’ porque estamos, según las estadísticas, más capacitadas para poder dirigir. Por eso primero vamos a estar ahí y cuando estemos, entonces que prime la capacidad, que dicho sea de paso no se ha exigido de aquí para atrás para muchos hombres que han ocupado puestos con poco menos que un nombre y un apellido.
Mª Jesús: En CCOO pasa exactamente igual. Las listas se hacen por igual, incluso algunas veces la mujer supera al hombre pero es en las secciones sindicales donde se hace más difícil la incorporación de mujeres principalmente por dos problemas. El primero es la falta de mujeres dispuestas a asumir este trabajo como consecuencia de la carga familiar que sufren. Y el segundo, y una vez que se tiene a la candidata dispuesta a aceptar la propuesta, la dificultad que existe a la hora del nombramiento, ya que son mucho más cuestionadas que los hombres para copar un puesto de responsabilidad. Sí que es verdad que se va cumpliendo el tanto por ciento, que hay paridad en las listas y demás, pero en las secciones sindicales se sigue notando la falta de caras femeninas.  
Patricia: En mi sector, el de las teleoperadoras, el 90% de la plantilla son mujeres y esto se refleja en el Comité de Empresa. Son 13 personas y sólo dos son hombres. Ya dentro del sindicato sí que es verdad que nos cuesta mucho trabajo encontrar a mujeres que quieran tener estas responsabilidades, aunque nosotros lo cierto es que no buscamos la paridad a toda costa, buscamos que haya igual número de hombres que de mujeres pero no a toda costa. En CGT a los cargos de representación se puede presentar cualquier afiliado, por lo que si se presentan 200 hombres y 10 mujeres saldrán más cargos masculinos que femeninos, y ahí qué puedes hacer tú.
Nora: Estoy de acuerdo en que la paridad no hay que buscarla a toda costa pero sí hay que darles a las mujeres un empujón para que entiendan el por qué ellas deben estar ahí, lo que pueden conseguir para ella y para sus compañeras participando activamente en las organizaciones sindicales, reivindicando sus derechos,…
 
Lo cierto es que son los hombres los que mayoritariamente ocupan las mesas de negociación. Ante esta realidad, ¿consideráis que vuestros compañeros están formados en igualdad? ¿conocen la normativa vigente en igualdad de género?
Nora: En mi caso, en la Base Aérea de Morón, mis compañeros están totalmente informados de la Ley de Igualdad y preocupados por el tema. Y eso es importante ya que somos pocas mujeres en la Base por lo que necesitamos la implicación de ellos en estos temas. Ya en USO si miramos el comité al pleno hay más división en ese aspecto, ya que observo otras prioridades en la negociación como son los temas económicos, mientras que el tema de la conciliación y la calidad de vida se queda en un segundo plano.
Blanca: En la Federación de Servicios Públicos de Sevilla somos más o menos todos de la misma edad, aunque es verdad que hay algunos más mayores que sí que dan una prioridad secundaria a la conciliación, pero el resto, y a pesar de tener problemas gordos en sus propios sectores, la conciliación sí que está presente y lo veo cada vez más por el cómo se acude a la Secretaria de Igualdad, buscando asesoramiento en la materia. Cada vez están más implicados. Pero claro, depende de las generaciones con las que hablemos de hombres, aunque ya afortunadamente en la mía sí que se da esa preocupación por la igualdad.  
Patricia: En el caso de CGT, dentro de la organizativa del sindicato la igualdad no es algo a lo que le demos prioridad pero porque sabemos que en las secciones sindicales los comités de empresa sí que le dan esa prioridad y ese empuje que hay que darle a la Ley de Igualdad. Sabemos que dentro de las empresas nuestros delegados sí que están muy implicados en estos temas. Por ello, como sabemos que lo hacen, dentro de la organización no le echamos demasiada cuenta pero si viéramos que hiciera falta sí que lo haríamos porque es fundamental lograr entre todos que la igualdad pase de ser formal a ser una igualdad real.
Mª Jesús: Soy delegada sindical desde hace 12 años. Hoy el sindicato se ha renovado, es un equipo joven y lo cierto es que la mentalidad que tienen es más abierta que la que había cuando empecé. Aunque hay que decir que el mayor cambio se ha producido desde que se creó la Secretaría de la Mujer y se empezó a explicar y a hacerles entender que el trabajo de esta Secretaria también les implicaba a ellos. Hoy están mucho más implicados que entonces, participan en todos los cursos en materia de igualdad que organizamos desde el sindicato, y aunque es verdad que les siguen exigiendo más a una mujer que a un hombre poco a poco esto va cambiando.
 
Isabel García

Coloquios. Mujer y sindicatos
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