
Desarrollar un plan de prevención de riesgo penal es un paso fundamental para las empresas
Implantar un sistema de prevención de riesgos penales y su posterior control es, a día de hoy, fundamental para exonerar a las empresas de posibles responsabilidades penales derivadas de la actuación de sus directivos y empleados, e incluso de personal subcontratado, y de los perjuicios que ello pueda tener en la reputación corporativa.
Durante la celebración de los desayunos coloquio sobre “Enterprise Risk Management”, se ha puesto de relieve la necesidad de que las empresas tomen medidas para prevenir las posibles consecuencias de la actuación irregular de sus colaboradores, y evitar las penas previstas por el Código Penal que, en los casos más graves, pueden llegar a suponer la disolución de la empresa, la suspensión de sus actividades o clausura de locales por un periodo de hasta 5 años, multas de hasta 5.000 euros al día o prohibición de contratar con las Administraciones Públicas u obtener beneficios e incentivos fiscales, entre otras.
Según Marc Edo, socio director de AXIS CORPORATE, “la implantación de un sistema de prevención de riesgos penales es especialmente crítico en empresas en procesos de transformación o ante operaciones de fusión o compraventa, ya que puede influir decisivamente en la valoración de la empresa”.
Por su parte, Jordi Sot, abogado de Toda & Nel-lo Abogados, que lidera el proyecto del sistema de prevención de riesgos penales, ha explicado que “incluso en ciertas autorizaciones administrativas se exige que las personas jurídicas carezcan de antecedentes penales”.
El Enterprise Risk Management
El Enterprise Risk Management (ERM) surge en respuesta a los continuos escenarios de cambio en el mundo corporativo. Cada empresa por su tamaño, tipo de actividad, sector de actuación entre otros aspectos, se enfrentará a diversos riesgos a lo largo de los años, y para ello debe tener claras las medidas que puede tomar para eliminarlos o minimizarlos.
El ERM incluye el establecimiento de medidas adecuadas de control, lo que ayudará a salvaguardar a la empresa y a sus administradores ante posibles riesgos penales. La existencia de un programa de control es especialmente crítico ante operaciones de fusión o transformación de empresas.