Pierde tiempo para ganarlo
Oficialmente el año empieza en enero, sin embargo, muchos de nosotros aprovechamos la vuelta al trabajo en septiembre para proponernos objetivos que cumplir durante el año. Hacer un poco más de ejercicio físico es ya un clásico en nuestras listas de buenos propósitos.
Sin embargo, después de dos meses ya serán muchos los que hayan abandonado su meta y estoy casi segura de que la mayoría habrá puesto la excusa de la falta de tiempo.
Y, por qué negarlo, tienen razón. Hoy en día llevamos un ritmo de vida tan rápido que algunos no tenemos casi ni tiempo para comer en condiciones, y mucho menos de hacer ejercicio.
Pero como en la mayoría de los casos, no es que no haya solución al problema. Simplemente es que el problema está mal enfocado.
Solemos pensar que el ejercicio físico es una obligación ya que nos han repetido hasta la saciedad que es fundamental para la buena salud, sin embargo, pocos han llegado a plantearse que es también muy bueno para nuestro rendimiento en el trabajo.
El estrés es un problema cada vez más extendido en nuestra sociedad y no creo necesario explicar aquí que influye muy negativamente en nuestro trabajo y nuestras relaciones.
Pues bien, el ejercicio físico tiene efectos reparadores en nuestro organismo como la prevención de dolores causados por la tensión muscular y la producción de endorfinas que generan un estado de bienestar y un efecto importante de relajación mental, lo que aumenta considerablemente la concentración y, por lo tanto, la capacidad de trabajo. Estos fenómenos, entre otros, tienen la virtud de apaciguar el estrés y la ansiedad sin necesidad de ningún tipo de terapia o medicamento.
Pero no sólo para personas con esos problemas es fundamental. Para cualquier individuo, el hecho de practicar algún tipo de actividad que le distancie del trabajo y le ilusione, ya influye positivamente, puesto que ayuda a relajar la mente y desconectar.
Cada uno puede elegir la actividad más acorde consigo mismo; hay muchas posibilidades, desde ir al gimnasio, hacer yoga, salir a caminar o apuntarse a clases de bailes de salón.
Y, si alguien se sigue quejando por falta de tiempo, siempre nos queda la opción de ir a trabajar en bicicleta…