«Pelucas», un cortometraje de ficción sobre la realidad del cáncer de mama

“Cuando nos enfrentamos al cáncer, las preocupaciones son inabarcables. Una de ellas es la estética, sobre todo en las mujeres: ¿Me pongo peluca? ¿Me pongo pañuelo?”, comenta José Manuel Serrano Cueto, director del cortometraje Pelucas, que ya ha comenzado a rodarse  en Madrid, con el patrocinio de Svenson, compañía líder en soluciones capilares, y cuya temática fundamental es dicha enfermedad.

El cáncer afecta a muchos ámbitos de la persona, y el estético es uno de ellos. Pero no siempre estamos concienciados de ello y, en muchas ocasiones, no se les da a los pacientes el apoyo que necesitan en este aspecto. Estar bien por fuera nos hace sentir bien por dentro. Y así lo hemos podido comprobar en Svenson en numerosas ocasiones. Por eso ayudamos a las personas que sufren un cáncer desde lo que mejor sabemos hacer, evitando que la caída del cabello producida por los tratamientos oncológicos suponga una mayor preocupación. “Sin pelo me sentía extraña y confusa, no me reconocía. Era como un cartel que contaba la enfermedad que padecía», nos comentaba una paciente en uno de nuestros centros. Y este compromiso con los pacientes es el que ha llevado a la compañía a patrocinar este bonito proyecto, que busca mostrar esa otra cara de esta dura enfermedad y concienciar sobre ello.

“Pelucas”, un corto de ficción sobre la realidad del cáncer
El director gaditano está viviendo muy de cerca la enfermedad ya que su mujer, Montse Gómez, una guionista de amplia experiencia en televisión, padece cáncer desde hace más de dos años. “A mí me llamó mucho la atención su preocupación por su imagen, pero lo cierto es que cuando la quimio aparece físicamente, y el cáncer se hace visible para todo el mundo, no es baladí reflexionar sobre cómo se quiere uno mostrar en público e incluso para sí mismo, en la intimidad, ante el espejo.” Y esta experiencia que ha vivido con su mujer es la que le motivó la idea del corto.

En Pelucas, Serrano Cueto muestra a María Fornell (Lola Marceli), una actriz que acaba su última representación de Lisístrata con una ovación. Ya en el camerino, cansada física y psicológicamente, no quiere desprenderse de la peluca de su personaje, lo que la haría volver a su realidad: tendría que ponerse la suya, oncológica, ya que está calva por efecto de un tratamiento de quimioterapia. Esa misma noche va a recibir un importante premio yno quiere ir. Su pareja y maquilladora, Silvia (Cuca Escribano), la anima a que vaya a recogerlo.

“Mi personaje se da cuenta de una forma muy consciente de que está viviendo un pequeño viaje, dentro del largo viaje que es la vida, que le lleva a descubrir sus valentías y sus cobardías. Está en una espera activa donde uno se va haciendo preguntas muy íntimas y va buscando sus respuestas”, comenta Lola Marceli.

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