
Paradojas del mercado laboral
La profunda crisis laboral española no impide que se den numerosas paradojas. La más preocupante es comprobar cómo determinadas posiciones no se cubren o se cubren con dificultad por falta de los profesionales adecuados. Hablamos de sectores nuevos o emergentes, que exigen conocimientos que todavía no ofrecen las instituciones educativas, y una experiencia imposible por la propia juventud de las nuevas disciplinas. Según Hays Global Skills Index, a pesar de que vamos en la dirección correcta, la aceleración de esta tendencia sigue siendo crítica. La enseñanza superior es estructuralmente fuerte pero se mantiene aislada del mundo de la empresa, le falta cintura para adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado.
Hays Global Skills Index establece una puntuación para cada país, entre 0 y 10, para medir las restricciones y fricciones afrontadas por los mercados de trabajo cualificado. Se calcula en base al análisis de 7 factores, que cubren áreas como los niveles de educación, la flexibilidad del mercado laboral o la presión salarial de candidatos altamente cualificados. Una puntuación por encima de 5 indica que las empresas tienen dificultades para encontrar las aptitudes clave que necesitan y están sufriendo la fricción del mercado, mientras que una puntuación por debajo de 5 refleja un mercado laboral relajado en el que no hay grandes restricciones en el empleo cualificado. El estudio analiza los 31 países con mayor peso en la economía global y España, con 6.3 puntos, 0.4 más que en 2013, se sitúa en tercera posición entre los que sufren mayor presión, detrás de Suecia y Hungría y por delante de Estados Unidos. En el extremo opuesto, están Bélgica, Italia y Singapur.
Según el informe, la crisis de talento global continúa agravándose y las empresas luchan por encontrar profesionales con las habilidades y formación necesarias. Una búsqueda paralela a la recuperación económica, en particular en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, “hasta el punto”, dice Hays Global Skills Index, “de que si la brecha de aptitudes sigue creciendo, la salida de la crisis puede quedar comprometida”.
Para evitar que la brecha siga creciendo, hace falta una mayor colaboración entre los gobiernos, las autoridades educativas y, sobre todo, las propias empresas. Además, no basta con formar a los más jóvenes, hay que reeducar también a los trabajadores más maduros y adaptarles a las exigencias de las nuevas tecnologías.
Andalucía. En Andalucía, la situación muestra rasgos más extremos. Es la segunda comunidad con más paro juvenil, con un importante desajuste de talento, derivado de unos planes educativos que no se adecúan bien a la demanda, si bien resulta menos evidente porque la oferta laboral es menor.
Hay muchas empresas familiares, algo que no es malo, sí lo es que hay varias entre ellas que todavía no hayan iniciado un proceso de modernización y profesionalización. Si quieren tener futuro, necesitan dar un paso más en su desarrollo e incorporar talento a sus equipos. Buscar en sus contrataciones el valor añadido de profesionales bien formados y con experiencia que aporten algo nuevo al negocio.
Por otra parte, la “foto fija” de la actividad industrial es irregular. Hay sectores destacados como el gran consumo, con empresas que llevan muchos años exportando al extranjero, que están reforzando esta visión exterior, y algunos ejemplos destacados de empresas industriales, pero la realidad general es que en Andalucía hay menos empresas grandes y que están más dispersas. Así, en Málaga hay un importante foco de empresas TI y muchos despachos de abogados internacionales en contacto con extranjeros. La movilidad es una de las asignaturas pendientes de la Comunidad. La paradoja local es que las empresas andaluzas necesitan profesionalizarse, porque no están al mismo nivel que otras partes de España, pero los candidatos no quieren moverse de su lugar de residencia, no ya de provincia, incluso de ciudad.
Jane Bamford
Directora de Hays en País Vasco, Levante, Andalucía
@JaneBamfordHays