
Nuria Varela: "El emprendimiento, tarea no fácil pero gratificante"
Pazo de Vilane es una historia de esfuerzo, lucha y perseverancia; imaginación, amor y mucha ilusión. Es la historia de la familia Varela Portas que ha sabido recuperar el pazo familiar y sus fincas, un edificio del Siglo XVIII inventariado dentro del catálogo del patrimonio cultural de Galicia, que había caído en el abandono, para convertirlo en una empresa productora y comercializadora de huevos. Hoy son Nuria y Piedad Varela Portas las que están al frente de una enseña que ha pasado de las 50 gallinas iniciales a las 80.000 actuales y que levantó su padre, Juan Varela Portas y Pardo, el creador e ideario de la marca Pazo de Vilane. Hablamos con Nuria, emprendedora nata que decidió volver al campo, después de estudiar en la ciudad y en el extranjero, y ayudar a su familia a iniciar desde cero este proyecto empresarial.
¿Cómo y cuándo surge el proyecto ‘Pazo de Vilane’?
Pazo de Vilane es un proyecto de vida que surge en torno a 1996 cuando mis padres y yo, que entonces tenía 25 años, retornamos al Pazo familiar con la idea de recuperarlo y poner en marcha en torno a este edificio del S XVIII y sus fincas una actividad agrícola y ganadera que le devolviera su razón de ser y lo hiciera viable y sostenible. Siempre pensamos que el futuro y la buena vida estaba en el campo, en contacto con la naturaleza y apoyando el desarrollo del medio rural. Nosotros teníamos nuestras raíces en el Pazo de Vilane y nos decidimos por recuperarlas.
¿Cómo le presentarías a alguien que no conoce tu empresa cuál es exactamente la actividad de ‘Pazo de Vilane’?
En Pazo de Vilane la actividad principal es la cría de gallinas en libertad para la producción de huevos camperos que distribuimos en toda España. Recientemente hemos abierto una línea de frutos del bosque que en nuestras propias fincas producimos en ecológico y que da lugar a las mermelada extra de frambuesa, de arándano y agridulce de tomate, las tres con un altísimo porcentaje de fruta recolectada en su punto justo de maduración.
¿Cuál es el truco para pasar de las 50 primeras gallinas a las 80.000 actuales? ¿Cuál diría que ha sido la clave del éxito de vuestro proyecto?
En realidad no hay trucos, hay trabajo, mucho trabajo porque el campo no es fácil, creer en lo que uno hace; cariño y entusiasmo, mucho amor y pasión. La naturaleza y los animales te lo devuelven con creces. Y la gente, los clientes para los que producimos alimentos sanos y naturales y a los que de alguna forma también cuidamos con nuestra filosofía. La clave del proyecto creo que ha sido pensar siempre en la calidad, el no tener prisa, una actitud tranquila y sosegada, de compromiso con el entorno y con sus gentes unido a la convicción de que con esa filosofía se puede llegar a la mente y al corazón de los consumidores.
‘Pazo de Vilane’ es un proyecto familiar… ¿cuáles dirías que son las ventajas y desventajas de trabajar en familia?
Nosotros creemos que no hay desventajas de trabajar en familia, o al menos que no hay mayores desventajas que trabajar con otras persona. Hay cosas que gestionar y resolver porque evidentemente influyen los afectos pero con generosidad, comunicación y respeto se puede lograr un buen entendimiento. Los afectos siempre influyen y lo que hay que aprender es a gestionarlos adecuadamente. La familia puede ser un gran motor de unión y compromiso.
‘Pazo de Vilane’ trabaja no solo para llevar sus productos al consumidor, sino por transmitir su filosofía y sus ideales y la cultura y las tradiciones gallegas… ¿cómo lo logra?
Tratando de ser auténticos y honestos, transparentes; con nosotros mismos y con los demás, por encima de las modas o de las burbujas del mercado. Tratamos que eso se refleje en nuestros productos. También porque entre otras ideas nuestro proyecto se basa en la recuperación de un patrimonio histórico, inventariado y eso nos hace estar comprometidos con la cultura y la historia. Promovemos conciertos, visitas y actividades culturales y formativas en los espacios del pazo y su entorno que vamos recuperando y rehabilitando.
«La clave del proyecto creo que ha sido pensar siempre en la calidad, el no tener prisa, una actitud tranquila y sosegada, de compromiso con el entorno y con sus gentes»
La sostenibilidad es el eje de la actividad de ‘Pazo de Vilane’. ¿Cómo aplica la empresa el enfoque sostenible en su actividad?
Siendo respetuosos con el medio rural promoviendo cultivos ecológicos y con el cuidado de los animales. Fomentando el empleo rural y femenino y enfocando nuestra actividad al ahorro energético, reutilizando los recursos que la propia actividad genera.
Mujer, emprendedora, medio rural… ¿Ha sido difícil?
Digamos que no ha sido fácil y que también hay que estar dispuesto en algún momento a renunciar a determinadas cosas, pero que a la larga compensa con creces como decía antes.
¿Faltan emprendedores en el medio rural?
Creo que si, en general faltan emprendedores porque se tiene que conjugar una serie de cosas que quizá la sociedad y la educación no fomentan, una de las más importantes en la capacidad de asumir riesgos.
¿Qué es más fácil, crear o mantener un negocio?
El emprendimiento no es tarea fácil pero es gratificante y aporta dos cosas muy importantes la libertad y la creatividad, ser capaces de crear algo y la capacidad de decidir por uno mismo.
¿Qué le diría a alguien que está pensando en iniciar su propio proyecto?
Qué adelante, que lo haga con convicción y con mucho amor¡
Isabel García