“Un niño, un maestro, un lápiz y un libro, pueden cambiar el mundo”

La sede de Naciones Unidas celebró ayer un foro juvenil en el que participó la niña pakistaní defensora del derecho a la educación, Malala Yousafzai, quien cumple 16 años.

El Día de Malala contó con la presencia de representantes de jóvenes de todo el mundo.

malalaLa menor alcanzó renombre mundial por el activismo en su país a favor del acceso de las niñas a la educación, y por el atentado que sufrió a manos del Talibán en octubre de 2012 por su defensa de esos principios.

Durante la sesión, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, felicitó a Malala y encomió su perseverancia y valentía. Subrayó que con el reconocimiento a su persona, Naciones Unidas le dice “a las Malalas del mundo” que no están solas.

“Cincuenta y siete millones de niños no van a la escuela. La mayoría son niñas. En los momentos en que debemos aumentar nuestros esfuerzos, disminuye la ayuda internacional para la educación” dijo Ban.

El titular de la ONU recordó las muertes recientes de estudiantes y maestros en las escuelas e instó a los gobiernos del mundo a impedir la ocurrencia de esos actos.

El ejemplo de Malala, subrayó, insta a todos los líderes mundiales a mantener sus promesas de invertir en los jóvenes y hacer de la educación un tema prioritario.

 

La adolescente pakistaní Malala Yousafzai pugnó por el derecho a la educación de cada niño y niña, y subrayó que la enseñanza es la única solución para los problemas que aquejan al planeta.

En sus primeras declaraciones públicas tras el atentado que sufrió en octubre de 2012 por defender el derecho inalienable de las niñas a recibir una educación adecuada, subrayó que la paz es necesaria para la educación.

Con voz aplomada y vistiendo un chador que perteneció a la líder pakistaní Benazir Bhuto, la joven pronunció un emotivo discurso en un foro juvenil celebrado en la sede de la ONU, en el día de su cumpleaños 16.

Malala habló desde el perdón que tiene para los talibanes que intentaron matarla hasta el agradecimiento a los equipos médicos que salvaron su vida.

“No es mi día, es el día de cada mujer, cada niña, cada niño que han levantado sus voces por sus derechos. Hay cientos de miles de activistas de derechos humanos. Miles de personas han muerto a mano de terroristas y millones han sido heridas. Yo soy sólo una de ellas”, dijo.

Comentó que cuando el 9 de octubre pasado recibió un balazo en la sien izquierda, el Talibán pensó que la silenciarían, pero fallaron, porque en vez de su silencio han surgido miles de voces.

Señaló que sus deseos y sueños siguen siendo los mismos, y llamó a una lucha contra el analfabetismo, la pobreza y el terrorismo.

“Un niño, un maestro, un lápiz y un libro, pueden cambiar el mundo”, sentenció.

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