Ni una más
No habrá ni una sólo diputada más en la Cámara del Congreso de los Diputados cuando el próximo 13 de diciembre abra sus puertas para constituirse tras las elecciones del pasado 20 de noviembre. Serán 124 mujeres, como en la legislatura pasada, un porcentaje que no llega al 36% de los 350 parlamentarios. En cambio, 226 hombres ocuparán un escaño, casi el doble. La ley de Igualdad no ha conseguido, y ya lleva dos intentos, llevar más mujeres al hemiciclo… ¿o es que ése no era su objetivo? En 2004, la última convocatoria sin que la paridad fuera obligatoria en las listas, se sentaron 125 mujeres en los escaños.
Conclusión, hemos hasta perdido un puesto… y lo peor de todo es que no resulta sorprendente, era previsible y hasta esperado. La razón se puede resumir con un proverbio popular… “hecha la ley, hecha la trampa”. Según la norma ningún sexo puede superar el 60% o estar por debajo del 40% en cada tramo de cinco puestos de las listas electorales, lo que no impide que los puestos de salida estén copados, casi por completo, por hombres, tal y como sucedió en las últimas elecciones. Por eso, precisamente, no se puede decir que la Ley no sirve para nada porque una vez más se ha cumplido y en los términos previstos. Si se pretendía otra cosa, habría que haber hecho otra cosa. La fórmula propuesta por la Ley garantiza la presencia de mujeres en las listas pero no en los resultados electorales. De ahí sus resultados.
Isabel García