
Mujeres sordas reivindican a través de la CNSE mayor igualdad en materia laboral
Mujeres sordas han denunciado que existen numerosos prejuicios y estereotipos sociales que les relegan a un segundo plano en el ámbito profesional y reclaman una mayor igualdad.
En esta linea, la Confederación Estatal de Personas Sordas ha denunciado que existe un importante encasillamiento de las personas sordas, y especialmente de las mujeres, en determinados sectores de ocupación, ya que la falta de accesibilidad en la enseñanza reglada y no reglada, a menudo les obliga a desempeñar su trabajo en condiciones precarias. En este sentido, la CNSE ha asegurado que apostar por la formación en sus diferentes etapas, es la única manera de conseguir que las personas sordas puedan optar a puestos de mayor cualificación. Sara Hoyos, estudiante sorda de Administración y dirección de empresas, en un manifiesto que la CNSE, Confederación Estatal de Personas Sordas, ha afirmado lo siguiente: “Las personas sordas queremos decidir libremente qué estudiar; tenemos derecho a recibir una formación de calidad y accesible, en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía”.
Otra de las medidas que la CNSE considera imprescindible es fomentar el emprendimiento y el autoempleo entre las mujeres sordas. Actualmente, solo un 2% de personas sordas se anima a crear su propio negocio, algo que Amalia Albadalejo, autónoma, asocia al miedo. “Son muchas las barreras a las que nos tenemos que enfrentar. Por un lado la falta de accesibilidad cuando vamos a realizar cualquier trámite, y por otro, lo que se nos exige demostrar por el hecho de ser una persona sorda”.
Asimismo, la CNSE apuesta por incentivar y consolidar el protagonismo, la representatividad y el liderazgo de las mujeres sordas dentro y fuera de su red asociativa. Según Paloma Lechuga, responsable de igualdad de una asociación de personas sordas, “la clave está en confiar en nuestra capacidad de trabajo, decisión y liderazgo”. En este sentido, Paloma pide a la sociedad que se erradiquen las posturas discriminatorias que todavía existen, y se tengan en cuenta las necesidades de las mujeres sordas.