Mitos sobre la conducción que pueden costarnos muy caros

Los cambios tecnológicos han dejado obsoletos algunos de esos antiguos consejos que ahora pueden perjudicar el mantenimiento del vehículo y nuestras finanzas

Se visten de consejos sobre conducción eficiente y proliferan sobre todo en época de vacaciones cuando más utilizamos nuestro vehículo para viajar.

Si ponemos estos supuestos consejos en práctica, en el mejor de los casos nuestros bolsillos se quedarán como estaban y, en el peor, tendremos que gastar más, incrementando el consumo de combustible, o en forma de averías que pueden resultar muy costosas.

Zaimo, la plataforma de créditos online flexibles, ha recopilado estos mitos de la llamada conducción eficiente para que los conductores puedan proteger sus finanzas durante sus viajes de verano. La clave para encontrar uno que se adecúe a nuestras necesidades y las de nuestros hijos, y al mejor precio, es invertir tiempo suficiente en la búsqueda. Para ayudar en este proceso que para muchos padres se convierte en una auténtica odisea, ha elaborado una guía con consejos que conviene tener en cuenta:

  1. Utilizar la marcha más larga posible. En nuestro coche es “posible” poner una marcha que nos permita circular con el motor poco revolucionado y el acelerador pisado a fondo, lo que no quiere decir que sea aconsejable. Bajo estas circunstancias, estaremos forzando el motor y no solo gastaremos más combustible sino que además podemos causar una avería seria en la junta de culata con un coste estimado de 3.000 euros, o desgastes prematuros en los cilindros, entre otros. En coches diésel pueden producirse obstrucciones en los sistemas de admisión y en las válvulas como consecuencia de las cenizas contenidas en los gases. Por lo general, un coche de gasolina no debería circular por debajo de 1.500 revoluciones por minuto (rpm), salvo en las marchas más cortas, y de 1.000-1.200 rpm en el caso de un diésel. La clave es llevar la marcha adecuada para la velocidad y condiciones de la carretera en la que estamos circulando. Para ello, la regla de oro sería disminuir una marcha si la actual nos fuerza a utilizar la mayor parte del recorrido del acelerador para notar el empuje del motor.
  2. Alargar la vida de los componentes de nuestro vehículo. Es posible que, por razones económicas, queramos extender la vida de frenos, amortiguadores o los líquidos del coche, entre otros. Aunque es cierto que su periodo de caducidad no es inamovible, ya que dependerá en gran medida de nuestros hábitos de conducción, respetar los tiempos y límites de utilización aconsejados por el fabricante reduce las posibilidades de tener averías y, lo más importante, de sufrir accidentes a consecuencia de su mal estado cuyo coste superará con mucho lo que hayamos podido ahorrar.
  3. Calentar el motor antes de salir. En el pasado, cuando los motores funcionaban con carburador, era recomendable encender el coche unos minutos antes para dejar que el aceite lubricara todas las piezas del motor. Hoy en día, gracias a los motores de inyección, esto ya no es necesario. Por tanto, lo mejor para calentar el coche es circular con suavidad durante unos kilómetros. Solo en el caso de los motores turboalimentados se recomienda dejar el motor encendido al ralentí durante un minuto para que el aceite bañe sus componentes. De la misma forma, antes de apagar el motor conviene dejar reposar el turbo durante un minuto. De no hacerlo el aceite que queda en el interior puede carbonizarse al detenerse la lubricación y causar una avería en el turbo.
  4. Poner el punto muerto en una cuesta abajo. Una de las creencias más comunes es que podemos ahorrar combustible quitando la marcha cuando vamos en una cuesta abajo. Esto no solo no es necesario con los vehículos actuales, sino que además genera un gasto mayor en combustible. La razón es que los motores de hoy en día necesitan una inyección mínima de combustible si están en punto muerto para mantenerse girando, algo que no es necesario si la marcha está engranada.
  5. Apagar el aire acondicionado y bajar la ventanilla. Este punto es uno de los más controvertidos, ya que diversos fabricantes de coches han realizado estudios con resultados dispares dependiendo del modelo probado. Por lo general, llevar la ventanilla bajada a velocidades elevadas no solo genera ruidos molestos, sino también una resistencia aerodinámica que lastra el consumo en mayor medida que el aire acondicionado. A velocidades reducidas la ventanilla abierta no genera una resistencia tan significativa y puede ser mejor solución que el aire acondicionado desde el punto de vista del ahorro. No obstante, es importante tener en cuenta en todo momento que por mucho que queramos ahorrar, conducir con una temperatura elevada dentro del coche influye en gran medida en nuestras capacidades, al igual que lo hace el consumo de alcohol, aumentando así el riesgo de sufrir un accidente.

“El combustible es una partida significativa en nuestras vacaciones de verano si optamos por el coche como medio de transporte. Conducir de forma eficiente puede ayudarnos a reducir el consumo, pero también es importante conocer los límites de la conducción eficiente para que el ahorro en nuestro viaje no se convierta en gasto”, afirma Tomás Marty, country manager de Zaimo en España.

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  1. 29 marzo, 2019

    Un artículo interesante. Estoy de acuerdo en que el equivocado inadecuado del automóvil puede llevar a gastos financieros considerables. Hasta ahora, hay muchos consejos sobre el cuidado y la gestión del automóvil, que deberían ayudar a ahorrar combustible o ayudar a mantener el rendimiento de su automóvil. Pero para los coches modernos no son relevantes. Logré entenderlo por mi propia experiencia, después de comprar un auto nuevo en 2017. Utilicé parte del método, que se describe en el artículo, ya que eran efectivos para mi automóvil anterior. Pero como resultado, аfectó el rendimiento de mi coche y tuve que enviarlo para que lo repararan. El costo de la reparación fue bastante alto. Por lo tanto, es muy importante que los conductores no utilicen métodos antiguos e ineficientes. Gracias por el artículo.

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