Mia Farrow: “Mi corazón se ha quedado en República Centroafricana

Mia Farrow, actriz de renombre, activista y Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, acaba de terminar su cuarta visita a la República Centroafricana, donde ha visto el impacto de la violencia extrema y ha conocido a gente con historias de una valentía inspiradora.
«En 2007 hice la primera de lo que ahora serían cuatro visitas a la República Centroafricana. He debido dejar una parte de mi corazón aquí», dijo Farrow, hablando desde Bangui. «El valor y la resistencia del pueblo indefenso frente a impactantes e inaceptables niveles de violencia son inolvidables y profundamente inspiradores».
En la ciudad de Boda, a más de cuatro horas en coche desde la capital, Farrow se reunió con familias musulmanas desplazadas que están atrapadas en un enclave rodeado por los grupos armados hostiles a ellos, que explicaron cómo vivían en constante temor a los ataques. En la única escuela que todavía funciona en la ciudad, unos 400 niños fueron hacinados en tres aulas. Los padres se están ofreciendo como voluntarios para enseñar debido a que la mayoría de los profesores de la escuela tuvieron que huir para salvar sus vidas.
En Bangui, Farrow habló con un trabajador de salud que, por razones de seguridad, ya no le era posible llegar hasta su trabajo en el hospital principal y que en su lugar, estaba trabajando como voluntario en un centro de salud en su comunidad para dar tratamiento a las mujeres y a los niños.
Más de 2,3 millones de niños están sufriendo las consecuencias de la crisis que agita el país. Los niños han sido blanco directo. En promedio, por lo menos un niño ha sido mutilado o asesinado en enfrentamientos cada día en los últimos seis meses. Las tasas de desnutrición son altas y el número de niños vinculados a grupos armados podrían ser de hasta de 10.000, según el Ministerio de Desarme, Desmovilización y Reintegración. Uno de cada tres niños que fueron matriculados en el último curso escolar no han vuelto a la escuela este año.
«Necesitamos el apoyo de la comunidad internacional para ayudar a proporcionar seguridad para que las escuelas puedan ser reconstruidas y los niños puedan regresar de forma segura a ellas», dijo Farrow.
Durante una reunión con la presidenta interina de África Central, Catalina Samba-Panza, Farrow hizo hincapié en la importancia de la seguridad, la educación y la necesidad urgente de acceso a los servicios básicos para que las familias puedan reconstruir sus vidas y los niños pueden tener esperanza en un futuro más brillante.
En todo el país, UNICEF ha proporcionado a más de 43.000 estudiantes material escolar y ha puesto en marcha espacios temporales de aprendizaje para 24.000 niños desde el comienzo del año. UNICEF también está mejorando los servicios de salud, incluyendo la distribución de mosquiteras tratadas con insecticida, la provisión de agua potable segura, ofreciendo asesoramiento sobre el VIH a las mujeres embarazadas y vacunando a los niños contra la polio y el sarampión. Desde enero, más de 10.000 niños menores de cinco años recibieron tratamiento para la desnutrición severa.
Después de más de dos años de violencia, las crecientes necesidades y la escasez de fondos, se necesita más apoyo con la mayor urgencia para salvar la vida de los niños.