
Manos Unidas denuncia la feminización de la pobreza
La discriminación de la mujer es patente en el acceso a la igualdad de oportunidades de desarrollo personal y comunitario
Con motivo del Día Internacional de la Mujer; Manos Unidas ha denunciado que la feminización de la pobreza, de la desigualdad y de la exclusión, sigue siendo una constante en el mundo. De este modo, la organización ha manifiestado que los problemas relacionados con la salud, la atención médica y sanitaria, la educación, la formación profesional, la legislación vigente, las costumbres, la violencia, los conflicto armados etc., así como la participación activa de la mujer en la vida social y en la actividad económica, son graves cuestiones que exigen un diálogo riguroso por parte de todos los implicados, para poder encontrar soluciones eficaces, estables y duraderas.
En los países en los que trabaja Manos Unidas, las mujeres son protagonistas de numerosas iniciativas de desarrollo personal, familiar y comunitario, aunque su labor pases tantas veces desapercibida o no sea reconocida. El esfuerzo de la mujer es en la mayoría de las ocasiones invisible. “Sin embargo, organizadas en asociaciones y cooperativas, en el ámbito agrario, educativo, sanitario, económico y cultural, entre otros, las mujeres son agentes fundamentales de desarrollo, de creación de renta familiar y de beneficios sociales”, asegura Mª José Hernando, técnico del departamento de Estudios y Documentación de la ONGD.
“Conscientes del rol indiscutible que las mujeres juegan en todo el proceso de desarrollo, en el año 2015 Manos Unidas ha aprobado 85 proyectos dedicados exclusivamente a la promoción de la mujer, por importe de 5.284.691 euros. La mayoría de estas iniciativas se desarrollan en el sector educativo y de promoción social”, informan.
Ejemplo de superación en Marruecos
Kawtar Bwidan es todo un ejemplo de cómo organizadas en asociaciones y cooperativas, y con la capacitación y la formación adecuadas, las mujeres se convierten en los mejores agentes para llevar el desarrollo a sus pueblos y comunidades.
A sus 26 años, Kawtar es secretaria de la Asociación SAFAE, que, entre otros, recibe apoyo de Manos Unidas para la producción y comercialización de plantas aromáticas y medicinales autóctonas de la zona rural de Tetuán, donde se localiza el proyecto. Como tantas otras mujeres de la comunidad de Jazan Laou, Kawtar tuvo que abandonar la escuela en 6º de Primaria. La pobreza y la primacía del hombre sobre la mujer fueron las causas que le obligaron, muy a su pesar, a cambiar los lápices y cuadernos, por aperos de labranza, escobas y cacerolas…
Mujer y miembro de una familia de 11 hermanos, Kawtar siempre tuvo claro que, de existir una oportunidad para formarse en su familia, ésta nunca iba a ser para ella. Porque “a pesar de que el gobierno marroquí ha preconizado ciertos avances en favor de la mujer, éstos tardan en llegar y más todavía si se trata de mujer rural, pobre y analfabeta», explica la hermana Mari Carmen Sánchez, hija de la Caridad en Marruecos.
En Marruecos y en otros muchos países, Manos Unidas apuesta por formar y motivar a las mujeres para que lleven a cabo actividades productivas en lugares en los que las costumbres culturales y religiosas fuertemente arraigadas privan a la mujer de autonomía y autoestima.