
Mª del Carmen Quintanilla, AFAMMER

AFAMMER nace en 1982 como organización pionera en España con un claro y primer objetivo: que las mujeres rurales dejen de ser invisibles y que su voz se escuche en todos los foros nacionales e internacionales para alcanzar el reto de la igualdad real de oportunidades. Hoy, a unos días de la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural, entrevistamos a su presidenta, Mª del Carmen Quintanilla.
¿Cuáles son los retos de la organización que preside?
Los retos que aún tenemos son: avanzar en el acceso de las mujeres al mundo laboral, en potenciar la titularidad compartida de las explotaciones agrarias, en la lucha contra la discriminación salarial, en mejorar la conciliación de la vida familiar, laboral y personal, en fomentar el acceso de las mujeres a la toma de decisiones y en acabar con la violencia en el medio rural y con el silencio que la rodea, que es mucho mayor que en el mundo urbano.
¿Cómo definiría la situación actual de la mujer rural?
Las mujeres del medio rural hoy son muy distintas a sus madres o abuelas, están mucho mejor formadas porque han tenido en muchos casos acceso a los estudios a los que no pudieron acceder sus antecesoras, y muchas están dispuestas a apostar y quedarse en sus pueblos y tienen muy claro su papel protagonista en el desarrollo y en el futuro del medio rural, lo que necesitan son las oportunidades y recursos necesarios para poder desempeñar ese papel.
¿Cuáles diría que son las principales quejas que exponen las mujeres que trabajan en el medio rural?
Entre las principales quejas que nos plantean está la necesidad de analizar y modificar la Ley de Titularidad Compartida, que no ha cubierto las expectativas con las que se aprobó y, por otro lado, se quejan de las dificultades para conciliar la vida familiar y laboral ya que no poder conciliar les impide en muchos casos acceder al mundo laboral o a la toma de decisiones y reclaman más recursos para atender a los pequeños ya los mayores: guarderías, centros de día, etc..
¿Cómo se podría contar con una mayor participación de las mujeres en los órganos de decisión del medio rural?
Por ejemplo, en las cooperativas agrarias, las mujeres sólo representan el 25,4% del total de socios. De ellas, sólo el 13,9% participan en las asambleas y las mujeres sólo ocupan el 3,5% de los puestos en los consejos rectores de las cooperativas. Una de las razones que alegan como causa de su baja participación es la imposibilidad de conciliar su vida familiar y laboral. Así que si queremos fomentar que las mujeres ocupen el lugar que, en número y en justicia les corresponde en los órganos de decisión en el medio rural habría que empezar por facilitar la conciliación que les permita compaginar esa participación política, económica y social con su vida familiar.
¿Son emprendedoras las mujeres rurales? ¿Cuáles diría que son los sectores en los que destacan?
Sí, las mujeres rurales tienen un gran espíritu emprendedor. En el entorno rural, el 54% de las personas que deciden emprender un negocio son mujeres frente a un 46% de hombres, mientras que si hablamos del mundo urbano el porcentaje de mujeres empresarias baja al 30% frente al 70% de hombres. Las mujeres del medio rural, sobre todo las más jóvenes, han entendido las posibilidades que se abren con la diversificación de la economía rural a través de actividades que complementan a la agricultura y la ganadería como es el turismo rural, el ecoturismo, la artesanía, la transformación de productos autóctonos, el sector de la agroalimentación en general y la prestación de servicios de proximidad.
Isabel García