
Desconecta para conectar
El mindfulness en el entorno de trabajo
Según el estudio ‘Principales causas de estrés’ realizado por Gfk hace unos meses, más de un 28% de los españoles reconocen estar muy estresado. Una de las causas principales de este estrés es la carga de trabajo que tienen que llevar a cabo cada día. De forma paralela, muchas veces nos preguntamos cuáles son los hábitos de la gente que tienen éxito, para poder hacer también nuestras vidas más positivas y productivas. Muchos de ellos mencionan a menudo que hacen diariamente meditación, o lo que hoy conocemos como mindfulness, y que lo han convertido en una práctica diaria.
¿Puede ser el mindfulness la solución a nuestra vida estresada? Sus beneficios positivos se comentan habitualmente y han sido documentados en diversos estudios a lo largo de los últimos 30 años. De hecho, su práctica regular cambia la estructura del cerebro y mejora el sistema inmunitario de las personas, además de reducir el estrés, medido a través de las variaciones de pulso cardiaco y los niveles de cortisol.
Algunas compañías con ideas innovadoras han desarrollado programas de mindfulness para empleados, reconociendo que el trabajador de hoy en día necesita más que nunca ese tipo de actividades. De hecho, según Aetna, un proveedor de prestaciones sociales estadounidense, establecer un programa de mindfulness en la empresa ahorra 2.000 dólares por empleado en costes sanitarios y hace ganar 3.000 dólares en productividad. Los empleados que practican mindfulness son más sanos, más productivos y están más centrados. Por eso, muchas empresas favorecemos la realización de este tipo de prácticas, ya que el mayor beneficio que suponen para el empleado es el de aprender hábitos y herramientas para gestionar mejor el estrés y las emociones. Por si esto fuera poco, al poner el foco en nuestros trabajadores y sus necesidades, con este tipo de iniciativas, ayudamos a que exista un mejor ambiente de trabajo, como el que nos caracteriza y del que estamos orgullosos en nuestra compañía.
Hay algunas maneras sencillas de promocionar el mindfulness en el lugar de trabajo. Al igual que sucede con otros programas de bienestar para el empleado, la mejor opción es que los líderes de la empresa estén de acuerdo con la idea para que desemboque en un programa integral. Hay numerosos recursos disponibles para construir el método adecuado, incluso aunque sea simplemente introduciendo ciertas actividades, pequeños hábitos diarios.
Podemos alcanzar una mayor presencia o atención plena, que es lo que significa mindfulness, mediante diversas técnicas o hábitos, además de la denominada meditación formal (sentarse en postura de loto en el suelo durante 20 minutos). Existen diferentes prácticas que podemos llevar a cabo para conseguir este cambio positivo. Para algunos, es más motivador sentarse tranquilamente y escuchar una de sus canciones favoritas un par de veces al día, mientras que para otros salir a correr es la mejor forma para mantener la mente despejada. También es necesario ofrecer a los empleados tiempo y espacio dentro de la oficina para que puedan alcanzar sus objetivos. Sencillos hábitos como evitar la multi-tarea o multi-tasking, centrarnos en nuestro interlocutor evitando que nuestra mente se vaya a otros temas, darnos unas pequeñas pausas o momentos (a través de la respiración) para centrarnos antes de realizar una llamada, releer nuestros mensajes antes de enviar… Todo son pequeñas actuaciones que nos permitirán estar más centrados en nuestros objetivos y a través de la atención plena, ser más efectivos.
Siempre es recomendable trabajar en sintonía con los demás para conseguir una cultura laboral más abierta y tranquila, que nos permita trabajar en equipo, colaborar e interactuar adecuadamente. Para ello, tenemos que continuar educándonos, tanto a nosotros mismos, como a nuestros líderes y empleados, acerca de los beneficios de la meditación. Necesitamos desconectar para poder conectar.
Laura Cebrián
Directora de recursos humanos de Xerox España