Las pequeñas empresarias malagueñas ganan terreno frente a las del resto de Andalucía

Las asociaciones confirman que las mujeres autónomas se decantan cada vez más por empresas vinculadas a los servicios.

El autoempleo se ha convertido en una isla en medio de un mar de paro. Y para las mujeres, con mayores dificultades a la hora de entrar en el mercado laboral, supone en muchas ocasiones el único refugio en el que resguardarse. Uno de cada tres autónomos afiliados en Málaga al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en la Seguridad Social son ya mujeres, según datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) referidos al pasado mes de junio. De los 94.223 autónomos registrados, el 34% es decir, 32.183 personas, son féminas; el 66% restante, 62.040, son varones. La provincia se sitúa así un punto por encima de la media nacional, situada en el 33%, y dos por encima de la media andaluza.
Además, según indica el vicepresidente de ATA-Andalucía, Rafael Amor, las cifras demuestran que las mujeres autónomas están resistiendo mejor a la crisis. En el primer semestre de 2010, el número de autónomas ha crecido en Málaga un 0,2%. Un número bajo que en términos brutos solo se traduce en la incorporación de 78 nuevas empresarias. Pero si atendemos a la evolución en el mismo periodo de los autónomos varones, observamos una caída del 1,5%, con 968 afiliados menos.
Crecimiento paulatino
«Mientras que en los varones se está destruyendo empleo, las mujeres que trabajan por cuenta propia resisten mejor a las dificultades económicas e incluso crecen tímidamente», señala Amor. No solo parecen contar con negocios más solventes; según Amor, a la hora de pedir asesoramiento, las emprendedoras presentan ideas de negocio más asentadas y más estructuradas que los hombres.
Pese a todo, todavía queda mucho para lograr la paridad en este campo. Los hombres aún son más emprendedores que las mujeres. Almudena Gallego, gerente de Amupema, la Asociación de Mujeres Profesionales y Empresarias de Málaga, indica que cada año atienden a muchas féminas que tienen proyectos interesantes, pero que apenas el 30% materializa su idea de negocio. «Hay mucha ilusión, pero también miedos, más aún en tiempos de crisis», señala. Pese a todo, el 90% de las nuevas empresarias se constituyen como autónomas, según confirma Carmen Morales, gerente de Ameco, la Asociación de Mujeres Empresarias de Málaga y Provincia.
Las ayudas existentes para mujeres autónomas son un aliciente a la hora de emprender a través de esta vía. «La Unión Europea ha apostado por una línea de subvenciones para fomentar el autoempleo que gestionan las comunidades autónomas», dice Amor.
Más ayudas
Junto con los parados de larga duración y los grupos de difícil inserción laboral, las féminas cuentan con ayudas económicas más elevadas por inicio de actividad y por mejoras para el mantenimiento de la actividad. Además, también tienen apoyo para sufragar la cuota de autónomos. Las mejoras de los derechos sociales en este colectivo, como la equiparación de la baja por maternidad a la de los empleados asalariados, o la prestación por desempleo a partir de 2011, también hacen la opción más atractiva.
La agilidad a la hora de darse de alta o de baja es lo que convence a las mujeres para optar por esta vía en lugar de constituir una sociedad. «Es la opción más barata», indica Morales, desde Ameco. Sin embargo, Gallego afirma que los autónomos corren mayor riesgo, porque responden con su patrimonio personal presente y futuro de la empresa. Pese a todo, es la opción preferida actualmente por las empresarias.
 

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