Las mujeres al volante de la gestión

Sonsoles Martín-Garea
Sonsoles Martín-Garea

A finales del año pasado, Mary Barra fue elegida por la revista de negocios estadounidense Fortune como la mujer más influyente del mundo del motor. Pero, ¿qué cargo ocupa dentro de la compañía General Motors? Vicepresidenta ejecutiva de Desarrollo de Productos Globales, Compras y Suministros; un cargo de gestión. Y si seguimos en el ranking, la lista continúa con Grace Lieblein, vicepresidenta de Compras y Suministros de la misma firma, y con Julie Hamp, en la tercera posición, que es responsable de Marketing y Comunicación de Toyota Motor Norteamérica.

Todas ellas provienen de áreas de formación diferentes del motor, sólo la piloto profesional de automovilismo de velocidad Danica Patrick rompe la excepción. Y si extrapolamos este ranking a todo el negocio, nos daremos cuenta de que nos encontramos con un ambiente históricamente masculino, en el que a lo largo de los años han llegado mujeres, pero la mayoría ejerce funciones de gestión, dejando los cargos técnicos a los hombres. Marketing y comunicación, asesoría jurídica, administración… son las áreas en las que sobresalen las mujeres automovilísticas.

Pero, ¿cuál es el motivo de este organigrama? ¿Dónde surge esta diferencia profesional entre ambos sexos? La respuesta la encontramos en la base, en la educación. Los estudios de formación profesional relacionados con el motor y que dan acceso a trabajar como mecánico del automóvil han sido y son demandados por los hombres. No existe cantera de mujeres, pero ¿por qué? La razón principal se desconoce, no existe un motivo físico o de habilidad ya que se ha demostrado que las mujeres podemos estar capacitadas para ejercer cualquier profesión. Quizás esta diferencia en el mundo del automóvil continúe residiendo en la mentalidad de los personas, pues aún nos extraña ver a una mujer delante de un coche de Fórmula 1.

Entonces, ¿qué opinaríamos al ver a un grupo de mujeres gestionando su propio concesionario de venta y reparación de coches? Solo tenemos que viajar a Berlín y entrar en “Señorita María”, la concesionaria de vehículos, con taller mecánico, donde sólo trabajan mujeres. Un ejemplo que demuestra que ser técnicas o mecánicas es posible. Pero para lograr un cambio en nuestra sociedad aún se necesitan más mujeres en la base de la pirámide de las empresas.

Si ya controlamos el volante de nuestros propios automóviles, pues según señala el último estudio de la Dirección General de Tráfico (DGT) hay 10,5 millones de conductoras frente a los 15,5 millones de hombres; si somos capaces de gestionar áreas de negocio de las principales empresas del sector, ¿por qué no vamos a ser aptas para estar en la base de este mundo y ser técnicas?

El sector del automóvil va abriéndose a las mujeres y ya lo estamos comprobando. Aún así hay mucha gente que opina que nos encontramos ante un mundo masculino y en realidad no lo es especialmente, lo podríamos definir como sexista ya que sólo ha sido ocupado históricamente por hombres. Nos encontramos ante un negocio muy garajista, de taller, que sólo se concebía como una salida profesional por y para los hombres. En cambio, ya son muchas las mujeres que muestran interés por la parte técnica del motor y ponen empeño en ello.

En definitiva, las mujeres nos sentamos delante del volante de la gestión de las empresas automovilísticas, ocupando grandes puestos ejecutivos en los negocios y convirtiéndonos en prototipo para muchas compañeras, pero ya va siendo hora de que no sólo controlemos el volante de nuestros coches y nuestras vidas profesionales, sino que nos acerquemos al mundo de la mecánica. Técnicas o gestoras, somos capaces de estar al frente de todo lo que nos propongamos.

Sonsoles Martín-Garea, directora de marketing y calidad de ALD Automotive

www.aldautomotive.es

 

 

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