Las ciudades como lugar para emprendedores es el lema de la XV Asamblea de UCCI
Las ciudades como espacio natural para los emprendedores es la idea que Ana Botella, alcaldesa de Madrid y presidenta de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericana (UCCI), ha querido difundir durante la XV Asamblea de esta institución que se celebra en Lisboa. «En la alianza urbana para el progreso es esencial abrir nuestras ciudades al impulso de nuestros emprendedores. Hay que hacer todo lo posible por atraer toda la inversión en forma de talento y esfuerzo de quienes comienza a abrirse paso en el mundo de los negocios», afirmó. De ahí que animara a los miembros de la UCCI a impulsar acciones concretas «en cada una de nuestras ciudades, para aprovechar el primero y más valioso de nuestros recursos, el talento innovador de todos los que conviven en ellas. No hay progreso posible para las ciudades si no se cuenta con sus ciudadanos».
Ana Botella se dirigía por primera vez a la Asamblea en su condición de presidenta, cargo inherente a la Alcaldía de Madrid, y que reconoció asumir no sólo con la responsabilidad institucional, sino también «con una inmensa satisfacción personal». De ahí que reiterara el compromiso de Madrid, «que es una ciudad iberoamericana por derecho propio, con la UCCI y todas las ciudades que forman parte de esta organización».
Esa identidad compartida entre la comunidad iberoamericana sirve para reforzar la apuesta por el talento, por la innovación y enriquecer a todos los que participan de ella. «Sabemos por nuestra Historia que el talento también emigra -reconoció la alcaldesa-. Que muchas veces la falta de oportunidades en el país de origen ha llevado a miles de nuestros compatriotas a buscarlas en países hermanos. Y tenemos que saber que ese contacto siempre nos ha enriquecido a todos».
Buen ejemplo es Madrid que, como ilustró Ana Botella, es la tercera ciudad del Ecuador, después de Quito y Guayaquil. «Y hoy no tengo reparo en apoyar a tantos emprendedores españoles, sobre todo jóvenes, que tratan de instalar sus empresas en otros países iberoamericanos. Creo que nuestras ciudades, cada día deben estar más abierta al enriquecimiento humano si queremos aprovechar todo ese potencial común que poseemos como legado de nuestra Historia compartida.
Ana Botella pidió una reflexión sobre el papel que deben jugar las ciudades en la sociedad contemporánea. En ese sentido, hizo hincapié en que la responsabilidad más directa sobre las ciudades y sus ciudadanos recae en los dirigentes locales, «pero también en los gobernantes de las propias naciones a las que pertenecemos». En este punto, Botella reivindicó que los estados «deberían abordar un proceso para transferir mayores recursos y no sólo competencias a los ayuntamientos. Es el camino natural para que podamos desarrollar una gestión cada día más austera, eficaz y transparente, que responda con éxito a las demandas reales de los ciudadanos».
El siglo de las ciudades
Botella acogió el término «el siglo de las ciudades», que ya acuñan algunas voces, para significar el protagonismo de las urbes a nivel internacional como núcleos donde se concentra la mayoría de la población frente al medio rural, idea que ya se plasmó en la última Asamblea de la UCCI celebrada en Santo Domingo. «Debemos reivindicar -argumentó- la identidad de Iberoamérica como un continente de ciudades y como un espacio de oportunidad, reforzando nuestro protagonismo institucional y haciendo que nuestras necesidades y puntos de vista sean tenidos en cuenta dentro de las agendas de trabajo de todos los organismos supranacionales».
La presidenta de la UCCI recordó que las ciudades que integran este organismo «están hermanadas por el patrimonio cultural e histórico de nuestro pasado común y por el contacto humano que nuestras comunidades emigradas hacen presente cada día en aquellas ciudades que les acogen».
Además, recordó algunos de los objetivos que han presidido la actuación de la UCCI en estos treinta años de andadura: uno de ellos, convertir a las ciudades en polos de desarrollo social y económico, siempre desde una perspectiva humana, «trabajando en la reducción de las diferencias sociales y en la lucha contra la injusticia, porque sabemos que una sociedad que no está integrada es más débil y corre el riesgo de verse arrastrada en tiempos de dificultad».
Otra meta, hacer de las capitales iberoamericanas ciudades más seguras, integradoras y sostenibles. «Buscamos -dijo Botella- ofrecer núcleos sociales modernos y emprendedores en los que la seguridad sea garantía de libertad; la cohesión social un elemento de integración; y la sostenibilidad un compromiso solidario con el entorno». Esta apuesta de los gobiernos locales se ha traducido, como subrayó, en el fomento de la investigación, el desarrollo y la innovación. Para la presidenta de la UCCI se han sentado ya «las bases de un diálogo fluido», mediante la formación y la comunicación entre los funcionarios públicos, «gracias también al avance de las nuevas tecnologías, que nos ha abierto un horizonte inmenso de posibilidades».
«Cuando el mundo está mirando a las ciudades en busca de soluciones a todos esos problemas que conocemos de primera mano, tenemos que estar a la altura de las circunstancias y reactivar, desde nuestra actuación local, todas las iniciativas posibles para afrontar desafíos de escala global», añadió Botella, al tiempo que insistía en el potencial de los ciudadanos como fuente de desarrollo. «No habrá progreso posible para la humanidad -aseveró- si no se cuenta con el papel de las ciudades que han sido, son y serán, el entorno propicio para todos los avances que hemos conocido, por su dinamismo y su inmensa capacidad de innovación y adaptación».