La protección de la salud, un derecho constitucional
A pesar de haber transcurrido ya 20 años desde la publicación de la Ley 31/95, de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales, siendo el objeto de la misma promover la Seguridad y Salud de los trabajadores, la siniestralidad ha aumentado en los últimos años y sigue en ascenso en lo que llevamos de 2015. Junto a la siniestralidad, destacamos la falta de vigilancia en la salud laboral y la falta de registro de enfermedades profesionales.
La crisis económica ha transformado de manera radical la organización del trabajo por lo que, desde UGT consideramos que deben establecerse unas medidas prioritarias y urgentes en materia de Prevención de Riesgos Laborales y Vigilancia de la Salud.
El abandono de la actividad preventiva por parte de las empresas y su sustitución por un cumplimiento meramente formal de la normativa junto a los recortes aplicados durante los años de crisis han provocado el aumento de la siniestralidad. La participación de los trabajadores en la elaboración y desarrollo de los planes preventivos en las empresas es imprescindible para que la cultura preventiva impregne a todos los estamentos que la compone.
Las enfermedades profesionales son la gran asignatura pendiente de la salud laboral. Son necesarios cambios en el sistema de notificación y registro para que deje de depender de las mismas entidades obligadas a la reparación del daño, las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social.
Dónde y cómo se trabaja, la forma de acceder al empleo o las tasas de desempleo y de temporalidad condicionan la exposición de determinados colectivos a los riesgos laborales y determinan su estado de salud, el cual se está convirtiendo en un factor de estigmatización y de discriminación laboral, tanto en el mercado de trabajo como en las propias empresas. Para garantizar la equidad son precisos cambios legislativos, empezando por la derogación del artículo 52.c del Estatuto de los Trabajadores.
La vigilancia de salud es un derecho de las trabajadoras/es y, junto a la epidemiología laboral, es una herramienta indispensable para prevenir los riesgos a los que están expuestos. Sin embargo, asistimos a un intento de convertirla en una herramienta disciplinaria y de ajuste de plantillas. Para preservar el derecho constitucional a la protección de la salud, se debe garantizar la independencia de los profesionales sanitarios que la llevan a cabo, la confidencialidad de los datos y la voluntariedad, salvo en aquellos casos regulados por una norma específica.
Es necesario también reforzar a los organismos técnicos de las Administraciones, poniendo en valor y dotarlo con suficientes medios económicos y humanos, así como potenciar la Inspección de Trabajo, incrementando el número de Inspectores y Subinspectores de Trabajo, y reforzando también su formación y especialización en materia de prevención de riesgo y vigilancia de la salud.
Desde UGT Andalucía pensamos que se deben revertir las últimas modificaciones legales del sistema de Mutuas subrayando su carácter público, intensificando el control de la Seguridad Social, mejorando la participación de la representación de los trabajadores en su elección y remarcando que sus objetivos prioritarios son la prevención de riesgos laborales y la reparación de los daños ocasionados por el trabajo frente al control de los costes económicos y la mejora de la competitividad de las empresas.
Debemos destacar la importancia de la presencia sindical por la aportación que realiza, fundamentalmente en aquellas empresas donde puede existir mayor dificultad, como son las PYMES, principal tejido empresarial en Andalucía.
Fruto de ello es un estudio llevado a cabo desde UGT Andalucía durante el año 2014 realizándose más de tres mil quinientas encuestas en Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) de donde extraemos una serie de cuestiones de sumo interés que pueden ser consultadas en http://www.ugt-andalucia.com/prevencion-riesgos-laborales.
Ante los resultados obtenidos, entendemos como prioritario reivindicar el cumplimiento escrupuloso de la Ley junto con el fomento de la Cultura de Prevención y la Vigilancia de la Salud desde todos los estamentos implicados.
También creemos interesante destacar que tampoco deben asumirse como inevitables la Siniestralidad Laboral y las Enfermedades Profesionales. Concluimos demandando una mayor implicación de las distintas Administraciones Públicas, del empresariado y de la sociedad en su conjunto.
Carmen Castilla
Secretaria General de UGT-A
@mc_castilla