"La prevención de riesgos tiene sexo", es una de las principales conclusiones de unas jornadas organizadas por CCOO

En una jornada sindical sobre Salud Laboral y Mujer organizada por CCOO se ha insistido en la importancia de que la mujer se incorpore activamente a la prevención de riesgos para hacer visibles los problemas que afectan al sector femenino más allá de los relacionados con el embarazo o la lactancia. «Hombres y mujeres no somos iguales ni tenemos las mismas condiciones sociolaborales, y esto tiene unos efectos muy importantes sobre nuestra salud, que si no se interviene desde el origen, provocará daños principalmente sobre las mujeres, que somos las más invisibilizadas, y el derecho a la seguridad y la salud en el trabajo, es un derecho de todas las personas trabajadoras», ha indicado Isabel Delgado responsable de Salud Laboral de CCOO Jaén durante la inauguración de las jornadas.

La Jornada que ha sido desarrollada desde las secretarías de Salud Laboral y de Mujer, y que ha contando con la presencia de la responsable andaluza de Salud Laboral de CCOO, Nuria Martínez, ha tenido como objetivo dotar a los delegados y delegadas de las herramientas fundamentales para trabajar en sus centros de trabajo con especial atención en la Salud Laboral, desde una perspectiva de género. “La salud laboral tiene dos patas fundamentales. Una es los accidentes de trabajo y la otra las enfermedades profesionales”, explicaba Martínez quien llamaba la atención sobre el hecho de que mientras los hombres sufren más accidentes laborales, las mujeres padecen más enfermedades profesionales, pero la inmensa mayoría de la inversión en salud y seguridad laboral va destinada a la prevención de accidentes y no de enfermedades que en muchos casos no son reconocidas como tales.

Y es que , aunque en las dolencias provocadas por el trabajo en la estadística aparecen con más presencia los hombres, el sindicato concluye que las mujeres resultan afectadas en mayor medida por las enfermedades profesionales. Martínez ha afirmado también, que el desarrollo normativo actual es “insuficiente” para que exista una igualdad efectiva entre mujeres y hombres en el ámbito de la prevención y que para corregirlo es fundamental el papel de los delegados y delegadas sindicales.

Delgado, por su parte, ha insistido en que hay muchos factores que hacen que existan diferencias entre cómo afectan los riesgos a mujeres y hombres en sus puestos de trabajo y no sólo son los de tipo biológico o los relacionados con la maternidad, sino también los derivados de la situación sociolaboral de las mujeres, que sufren más precariedad, peores salarios, la imposibilidad de acceder a determinados puestos de trabajo, de promocionar o de conciliar, etc,, factores que conllevan riesgos como la doble presencia, lesiones musculoesquelética o los denominados riesgos psicosociales (estrés, ansiedad, depresión, etc.), “incluso el riesgo químico no afecta por igual a hombres y mujeres”

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