La Obra Social de Cajasol presenta el Simposio Trastornos de Conducta en niños, niñas y adolescentes
La Obra Social de Cajasol ha presentado en su Centro Cultural (C/ Laraña, 4) el ‘Simposio Trastornos de Conducta en niños, niñas y adolescentes. Experiencias y buenas prácticas’, organizado por Save the Children para analizar la situación de este colectivo y presentar, asimismo, los resultados del programa de atención específica a niños y niñas con trastornos de conducta desarrollado por la organización y financiado por Cajasol.
Este congreso, que concluirá mañana viernes día 9, ha contado hoy en su primer día con la intervención de la subdirectora general de la Obra Social de Cajasol, Rosa Santos, que ha destacado la importancia del problema y el gran riesgo de exclusión social que pueda acarrear en la infancia. “No podemos poner en duda que los trastornos de conducta suponen un grave riesgo de exclusión social para la infancia y adolescencia, ya que les limita las oportunidades de crecimiento y desarrollo personal que todo menor debería de tener garantizado. Además, esta acción de Save the Children suponía un proyecto de innovación educativa para tratar de arrojar conocimientos y buenas prácticas sobre la intervención con este tipo de alumnado, ya que son escasas las intervenciones y el conocimiento que se tiene en estas situaciones”.
Asimismo, la patrona de la Fundación Save the Children, Leonor Rojo, ha resaltado la importante labor que desde su organización se hace en pro de la infancia, recordando el trabajo elaborado por la Fundación a lo largo de su historia.
La jornada ha contado además, con la participación del Defensor del Menor andaluz, José Chamizo. Éste ha expuesto las conclusiones del informe especial que presentó en 2007 ante el Parlamento de Andalucía en el que se pone de manifiesto la gravedad de este problema social cuyas consecuencias no sólo afectan a los menores, sino que trascienden a las propias familias, vecindario, escuela, sistema sanitario, etc.
Por ello, Chamizo ha abogado por una detección pronta de los trastornos para que puedan ser atendidos, así como por la colaboración de los menores para facilitar los diagnósticos. “Muchas son las causas que generan esta situación, una de ellas que las familias suelen resistirse a reconocer que su hijo o hija adolescente padece un trastorno de conducta, aunque los indicios sean abundantes y preocupantes. Normalmente este tipo de comportamientos suelen achacarse a los problemas propios de la etapa adolescente, a las malas compañías, a la animadversión de terceros o a fallos en la educación recibida”.
Programa de atención específica a niños y niñas con trastornos de conducta de Save the Children
Gracias a este programa desarrollado por Save the Children se ofrece una intervención integral ante el alumnado con trastornos de comportamiento a través de tres núcleos de actuación: los propios alumnos, el profesorado y las familias.
Desarrollado entre marzo de 2008 y diciembre de 2009 en distintos centros educativos de Sevilla y su provincia (Castilblanco de los Arroyos, Dos Hermanas, San Juan de Aznalfarache, Camas y Santiponce), un total de 83 alumnos han participado en esta iniciativa en los distintos cursos escolares, presentando como características comunes la impulsividad, desobediencia, retraso académico, agresividad y falta de autocontrol, entre otras.
Como estrategias con el alumnado se ha utilizado el entrenamiento de los niños en habilidades sociales y comunicación, la modificación de conducta, resolución de conflictos y asesoramiento y orientación psicológica individualizada, todo adaptado a la edad del menor.
La intervención con las familias y los profesores también constituye un pilar importante de este programa. A los familiares se les ha ofrecido asistencia y asesoramiento, mientras que los profesores han recibido sesiones formativas sobre estrategias generales de actuación en casos de trastornos de comportamientos.
De este trabajo se extraen como conclusiones que es poco tiempo de intervención para obtener resultados concluyentes, que es necesario la mediación familias-agente y que los efectos de “alarma social” pueden ser más perjudiciales que los comportamientos del propio alumnado.
El programa ha contado con la colaboración y coordinación con la Delegación Provincial de Educación de Sevilla, los propios centros y con los servicios sociales y de salud mental de las distintas localidades.