
La mujer y el sector financiero
Cuando empecé mi carrera como asesora financiera, uno de los primeros clientes a los que atendí personalmente me pidió que no fuera yo quien le ayudará a planificar sus finanzas. Sólo por mi condición de mujer. “Lo de las mujeres y el dinero no lo veo muy bien”, me confesó abiertamente. Con el paso de los años, estoy convencida de que está percepción sobre la falta de conocimiento y destrezas que tenemos las mujeres a la hora de gestionar los recursos financieros, tanto a nivel familiar como en una empresa, ha ido cambiando de forma sustancial. Es más, durante los últimos años de crisis financiera, la posición de la mujer a la hora de tomar decisiones en el ámbito de las finanzas se ha consolidado. Ha aumentado el número de profesionales dedicadas al sector financiero a la vez que se ha detectado un mayor interés de las mujeres por la toma de decisiones financieras.
Sin ir más lejos, el 43% de los asesores financieros certificados son mujeres, una cifra que no ha dejado de aumentar desde que la puesta en marcha de la asociación en el año 2000, cuando la cifra apenas alcanzaba el 19%. Hace unos días se conocía, además, que las mujeres siguen ganando peso en los consejos de administración del Ibex-35.
Del mismo modo que se ha incrementado el número de mujeres que se han incorporado al mundo de las finanzas, en puestos directivos de grandes compañías financieras o en el ámbito del asesoramiento, también aumenta la influencia que ejercen las mujeres a la hora de tomar decisión en el ámbito familiar. Es cierto que nuestras abuelas y bisabuelas ya se ocupaban de realizar auténtica ingeniería financiera para llegar a final de mes. Esto no ha cambiado ahora, pero la diferencia es que las mujeres también hemos empezado a tomar la iniciativa a la hora de elegir los productos financieros que mejor se adaptan a las necesidades de nuestra familia.
Algunos estudios reflejan que las decisiones de inversión que toman las mujeres pueden llegar a ser más eficientes que las de los hombres, descargando así el sambenito del peligro que tenemos las mujeres cuando manejamos dinero. Incluso una encuesta de la National Association of Investors Corporation de EEUU demostraba que los clubes de inversión en los que solo participan mujeres obtenían mejores resultados que los integrados exclusivamente por hombres.
Es indudable que existen diferencias a la hora de gestionar los ahorros entre hombres y mujeres. En líneas generales, somos más adversas al riesgo y tenemos un carácter mucho más reflexivo a la hora de tomar una decisión de inversión. Lo primero que tenemos en cuenta siempre es la educación de nuestros hijos, después miramos por nuestra independencia financiera y también pensamos en la planificación de nuestra jubilación, un aspecto fundamental si tenemos en cuenta que la esperanza de vida de las mujeres es de entre 5 y 7 años más alta que la de los hombres.
Pero planificar los ahorros no es una cuestión de sexo. Da igual si lo hace un hombre o una mujer. Lo importante es que lo haga un profesional cualificado, que conozca el perfil de inversión y las prioridades de su cliente para elegir la estrategia de inversión que mejor se adapte a sus necesidades.
Andrea Carreras – Candi
Directora de EFPA España (Asociación Europea de Asesores Financieros)