La mujer andaluza, discriminada en representación, empleo, sueldo y educación

Andalucía se ha convertido en la primera comunidad autónoma en realizar un informe de impacto de género a la hora de realizar sus presupuestos, en este caso los de este año 2006, que desglosa por sexos desde la situación económica, laboral, participativa hasta la representación en todos los sectores, los hábitos de consumo o incluso el acceso a la vivienda. <?xml:namespace prefix = o ns = «urn:schemas-microsoft-com:office:office» />El informe, elaborado por la consejería de Economía, afirma que la población andaluza se distribuye al 50% entre hombres y mujeres ya que las diferencias en números por razón de sexo son muy pocas. En el año 2005 hay en Andalucía 70.000 mujeres más que hombres aunque una sola provincia, Almería, tenga una población mayor de mujeres.Pero, aparte de esa igualdad numérica, la desigualdad se abre paso en casi todas las estadísticas que maneja la Junta de Andalucía, entre ellas, la representación política pues, pese a que la paridad es una realidad entre los consejeros de la Junta, no se llega a ella en el Parlamento andaluz (donde las mujeres son el 40% aunque en 1982 no llegaran al 6%) y tampoco entre los altos cargos de la Junta donde sólo son mujeres 38% y, entre los viceconsejeros sólo el 7%. Una cifra que contrasta con la del 58% del personal de la Junta de Andalucía que es mujer. De esa paridad se está todavía más lejos en los ayuntamientos andaluces. Así, en la actual legislatura sólo hay en Andalucía 98 alcaldesas de entre 669 alcaldes (un 13%) aunque en el batallón (entre los concejales) la proporción es del 33% de mujeres.Por otro lado, continúa habiendo instituciones en las que apenas hay mujeres. Es el caso del TSJA, donde sólo hay 4 entre 30 hombres y representan el 13% del tribunal. O de los órganos de gobierno de las universidades andaluzas, donde ellas representan sólo el 18% mientras que sólo hay una rectora entre once rectores.En el Consejo Superior de Investigaciones Científicas las mujeres suponen el 38% del personal de equipos directivos pero sólo son el 24% de los directores. Y los medios de comunicación tampoco escapan a la discriminación sexista: aunque el 44% de las 192 personas que dirige la RTVA son mujeres, cargo de directores sólo tiene el 13% y de directores territoriales el 29%.Pero, además de la participación y la representación, las cifras de la desigualdad alcanzan cotas más altas en lo laboral ya que pese a suponer el 51% de la población, las mujeres son activas en un 39% de inactivas en un 66%. Y de entre las activas, las mujeres suponen el 55 por ciento del total de parados: una de cada cuatro mujeres activas está en paro, pero sólo lo está uno de cada ocho hombres. Las mujeres duplican el número de hombres en el grupo de inactivos y los hombres casi duplican el número de mujeres ocupadas. De las que están ocupadas, el 73% está en el sector de servicios y destaca que, aunque sólo el 12% se dedica al sector agrario, mientras los hombres abandonan este sector (hay 33.858 menos que hace siete años) ahora son 27.680 mujeres más dedicadas al campo. En el paro también es brutal la diferencia: la tasa de paro masculina, un 12%, es la mitad de la femenina, un 24%. Las empresarias mujeres eran la tercera parte que los hombres.En cuanto a los salarios, las diferencias también son abismales. De los casi dos millones de asalariados que había en 2004 en Andalucía, el 70% son hombres y el 30 mujeres. Sin embargo, la relación se invierte en los contratos temporales y a tiempo parciales, donde las mujeres son proporcionalmente más. El número de contratos indefinidos para hombres fue el doble que el de las mujeres pero el de interinos lo fue a la inversa. En los salarios hay otro dato: las mujeres son el 40% de los asalariados pero perciben sólo el 30 por ciento de la masa salarial.<?xml:namespace prefix = o ns = «urn:schemas-microsoft-com:office:office» />

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