La innovación abierta, una nueva forma de gestionar el conocimiento en la empresa
iSOCO, la firma pionera en web 3.0 en Europa que desarrolla soluciones innovadoras que transforman la información en valor para las empresas y organizaciones, ha organizado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid un debate sobre la nueva forma de desarrollo que se está aplicando en muchas compañías, la innovación abierta.
El debate, dirigido a directores de innovación, contó con la participación de dos empresas multinacionales que destacan por sus inversiones en el desarrollo del conocimiento: Telefónica I+D y Repsol, a quienes Jesús Contreras, director de innovación de iSOCO les cedió la palabra tras afirmar “si la empresa no hace innovación acabará muriendo”.
El foco central de las discusiones fue la aplicación de “Open Innovation” en las empresas, solución que consiste en concebir la innovación como un proceso en el que no solamente participan los actores internos de la compañía, sino que también se tiene en cuenta la colaboración entre empresas, universidades, usuarios, etc.
El concepto de la innovación abierta fue utilizado por primera vez en 2003 por Chesbrough al detectar la creciente necesidad de las empresas de participar en el cambio que se producía a su alrededor, y que al ser éste tan dinámico, las obligaba a utilizar algo más que sus propios medios para abordar todo el proceso de innovación.
Así, “Open Innovation” parte de la premisa de que la propia empresa no tiene la exclusividad del conocimiento sobre un determinado tema, sino que este conocimiento también se encuentra en el exterior; y por lo tanto, hay que aprovecharlo y trabajar conjuntamente para desarrollarlo.
Trabajar en colaboración, esa es la filosofía principal de la innovación abierta. Para llegar a conseguir esta relación se crean acuerdos de “co-creación” en los que interviene la gestión de la propiedad intelectual mediante licencias o donación de patentes.
Los expertos aseguran que no se trata de un planteamiento académico, sino que hay muchas empresas que cada vez se apoyan más en este concepto para desarrollar sus modelos de negocio. Un ejemplo de ellas es Repsol, que expuso, de la mano de Luís Lovaco, responsable de gestión del conocimiento corporativo cómo se desarrolla la innovación en su compañía.
Lovaco, tras presentar ejemplos en los que Repsol ha aplicado esta metodología, confesó que “aún estamos aterrizando, el éxito conseguido en estos casos nos está motivando dentro de la compañía para continuar trabajando, pero todavía estamos aprendiendo de la innovación abierta y evolucionando. Estamos consiguiendo que desde dirección entiendan que la innovación de Repsol no se encuentra siempre en los centros de I+D, sino en cualquier rincón de la compañía y también en nuestro entorno”.
Otra de las compañías que está aplicando Open Innovation es Telefónica I+D, así lo ha asegurado Richard Benjamins, director de modelado de usuario, quien ha presentado cómo se hace la innovación en Telefónica I+D y qué significa aplicarla para una gran compañía.
Para Benjamins “lo importante no es hacer solamente innovación, sino encontrar una aplicación que te permita llevarla al mercado. El reto de cualquier empresa es hacer muy bien lo que sabe hacer, pero también saber qué hacer después, para ello es necesario tener el respaldo de un buen modelo de negocio.”
Tanto Lovaco como Benjamins coinciden en que las soluciones tecnológicas facilitan el proceso de innovación abierta. “La tecnología es un buen argumento para innovar, pero para aplicar la innovación abierta es necesaria una visión de la compañía más cultural” sentencia Contreras.