La crisis dificulta las políticas de conciliación en las empresas

Recurso. Familia paseo

Si en época de bonanza las políticas de conciliación en las empresas ya se encontraban con dificultades, en plena crisis, se topan directamente con un muro. La Ley de Igualdad estatal y su adaptación autonómica corren el peligro de quedarse en papel mojado. Los inconvenientes para pedir la adecuación de la jornada laboral, las reticencias al permiso de paternidad y los despidos relacionados con la maternidad copan las consultas registradas por los servicios jurídicos de los sindicatos.
 
Según los datos de las Secretarías de la Mujer de CC OO y UGT, en lo que llevamos de año, medio millar de asalariados han solicitado asesoramiento laboral. De estas consultas, cerca de la mitad estaban relacionadas con la adecuación de jornada por cuidado de un hijo o una persona dependiente, un asunto que se ha convertido en el principal caballo de batalla entre empresas y empleadas.
 
La concreción horaria siempre que “no afecte al buen funcionamiento y organización de la compañía”
 
La ley obliga a la empresa a que otorgue la reducción de jornada, pero la concreción horaria se deja en virtud «de que no afecte al buen funcionamiento y organización de la compañía», explica Cristina Alamán, secretaria de Mujer y Juventud de UGT. Una ambigüedad que utilizan, continúa, para «poner todo tipo de impedimentos».
 
Los datos de consultas de los sindicatos, sin embargo, no son completos, porque pocas mujeres se atreven a plantar cara a sus jefes por miedo al perder su puesto.
 
Además, alrededor del 20% de las consultas, es decir un centenar de casos, se referían a despidos, de los que la gran mayoría estaban relacionados con la maternidad. «Calculamos que el 99% de los casos de despido que nos llegan son nulos porque la empresa prescinde de las mujeres durante el embarazo o al regresar del permiso de maternidad», dice Carmen Martín de Comisiones Obreras.Sin embargo, rara vez denuncian esta situación. «Al ser declarado nulo, el empresario tendría la obligación de reincorporar a la empleada, pero ellas no quieren volver a un puesto en el que saben que les van a hacer la vida imposible», dice.
 
El otro pilar de la conciliación que se tambalea es el de los permisos de paternidad. En el primer semestre del año, lo solicitaron 5.973 varones, un 1,21% menos que en el año anterior, y suponen casi dos mil menos que los de maternidad. Es decir, que dos mil padres no han disfrutado de este derecho. Y todo por lo mismo: está mal visto por los jefes.
 
«La conciliación se considera un lujo prescindible en época de crisis, y las empresas son muy reacias a atender las peticiones de sus trabajadores en este sentido», señala Alamán. Lo mismo opina Carmen Martín. «La crisis está destapando que, pese a todos los esfuerzos y las leyes creadas para fomentar la conciliación, la mentalidad empresarial ha cambiado muy poco», señala.
 
Fuente:
Amecopress

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