
«Las TIC me regalan el sueño de trabajar en igualdad de condiciones»
Isabel Viruet, presidenta del Consejo Territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, opina que innovar significa buscar fórmulas que consigan mayor productividad
Innovación y nuevas tecnologías en la empresa forman en el siglo XXI una pareja perfecta. La innovación sin las nuevas tecnologías es muy difícil, y utilizar las nuevas tecnologías sin innovar es desperdiciar todo lo que éstas pueden ofrecer a la empresa moderna.
Para mí, innovar significa buscar fórmulas que consigan mayor productividad, pero mayor productividad con mayúsculas y no a costa de cualquier cosa. Innovar, e innovar bien, significa conseguir que los trabajadores estén aportando allá donde mejor sepan hacerlo, de manera que se cree un clima de trabajo agradable y armónico donde la confianza entre compañeros consiga crecer y crecer como la levadura, porque la mayor innovación pasa por tener los oídos bien abiertos y escuchar como la creatividad surge sin miedos y sin complejos, y eso sólo se consigue dentro de un buen clima laboral entre compañeros.
Yo soy una enamorada de las nuevas tecnologías. Son el soporte que nos facilitan la vida a todos, pero especialmente y de una manera cómplice, a las mujeres con discapacidad visual como es mi caso. Son el mágico elemento que permite que una mujer (que siempre lo tiene más difícil en un mundo empresarial) pueda compatibilizar vida familiar, laboral, lúdica y cualquiera otra que se le presente. Las nuevas tecnologías, además, hacen que una mujer ciega sienta el gran orgullo de viajar en el tren y que, a pesar de que vivimos en un mundo en el que lo visual manda, pueda sentir una gran satisfacción al trabajar, al igual que lo hace el compañero que viaja sentado a su lado, con un iPad, con un iPhone y con un iWacht, y todos interconectados entre sí, con pantallas táctiles y a través de las que está en permanente contacto con su equipo.
Indudablemente, cualquier empresario o empresaria destacará cuánto le facilita las nuevas tecnologías en su trabajo diario, que es vertiginoso y alocado. A mí, las nuevas tecnologías me regalan el sueño hecho realidad de trabajar en igualdad de condiciones que el resto de personas que ocupan un lugar de responsabilidad en la gestión o en la representación institucional.
Pero las personas con discapacidad todavía siguen encontrando serias dificultades en el acceso a las nuevas tecnologías y a determinados contenidos de la Red, barreras de accesibilidad a algunas redes sociales, a la realización de servicios de la vida diaria que nos entorpecen el camino de la integración. El papel y la responsabilidad de los poderes públicos, de las administraciones, las empresas, los agentes sociales, es clave, sin duda. Pero es deber de todos, del conjunto de la sociedad civil, abordar la igualdad de sexos como una prioridad efectiva para que entre todos consigamos una verdadera igualdad de oportunidades.
Isabel Viruet
Presidenta del Consejo Territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla