Isabel Mijares
“HAY MÁS ESNOBISMO QUE REALIDAD EN LA AFICIÓN AL VINO”
La famosa enóloga Isabel Mijares, bautizada como ‘la mujer del vino’ por muchos aficionados a la enología, es una de las mujeres más presentes en el panorama enológico español. Hablamos con ella sobre las bondades y debilidades del vino español así como de la presencia de la mujer en un sector en el que ella ha sido pionera, tanto en la enología como en la crítica de vinos española
Mujeremprendedora: ¿De dónde nace su pasión por los vinos?
Isabel Mijares: Mi pasión por el vino nace de mi pasión por todo. Lo vivo con alma, cuerpo, volumen, forma y mensaje. Por eso como licenciada en Ciencias Químicas quise especializarme en vinos. En mi casa el vino era cultura y siempre se apreció su consumo.
ME.: La enología, ¿una profesión o una afición? ¿Qué momento atraviesa actualmente la profesión del enólogo en nuestro país?
I.M.: La enología es una ciencia, por eso el enólogo es un científico profesional. La afición no es a la enología, será a la cultura del vino y al conocimiento del vino, pero la enología es mucho más. El enólogo es hoy cuando empieza a ser reconocido como el auténtico creador y responsable del vino, es un científico y un artista.
ME.: ¿A grandes rasgos, cuáles diría que son las bondades y debilidades del vino español?
I.M.: Las bondades son su calidad, su diversidad y su originalidad. Asimismo el control tan grande que tiene España de zonas vitivinícolas, Denominaciones de Origen, Vinos de Pago, Vinos de la Tierra, etc. Sus debilidades son sobre todo la falta de comercialización, el vino español tiene más realidad que imagen y por eso no está todo lo presente que debiera en los mercados exteriores donde su percepción es muy escasa porque aún es muy desconocido.
ME.: ¿Se bebe mucho vino en España y se sabe poco, o al revés?
I.M.: En España se bebe muy poco vino. Estamos en las cifras más bajas de consumo de vino de la Historia. Se cree saber mucho sobre vinos pero no es cierto. Hay más esnobismo que realidad en la afición al vino.
ME.: ¿Cuánto hay en un gran vino de la viña y cuánto del hombre que lo hace?
I.M.: La gran protagonista y origen de la calidad es la viña, es decir la materia prima del vino, pero después es cierto que hace falta un buen técnico, un artista. Por la tanto, son complementarios.
ME.: Hay una idea romántica que dice que los vinos de excelente calidad sólo pueden hacerse en volúmenes chicos… ¿qué opina de eso?
I.M.: Es totalmente erróneo. En la bodega de gran producción hay mejores tecnologías, conocimientos y posibilidades que en una pequeña.
ME.: ¿Los vinos en los restaurantes españoles están bien cobrados?
I.M.: Están excesivamente cobrados, se le adjudica al vino la mayor parte de costos y beneficios y eso es una de las causas del descenso de consumo. Es más, yo diría que están disparatadamente cobrados.
ME.: El mundo de los vinos ha estado tradicionalmente vinculado al hombre. ¿Por qué el mundo del vino? ¿se ha sentido alguna vez ‘florero’ entre tanto ‘experto catador’?
I.M.: Lo cierto es que nunca me he sentido florero. La civilización, la sociedad y la vida estaba vinculada al hombre porque somos un país machista, pero una mujer preparada y con ganas no tiene por qué tener problemas. Además, no hay tanto «experto catador», y los que hay no me acomplejan. La mayoría de los varones no tienen ni mi formación ni mi preparación técnica ni mi capacidad para catar…
ME.: Sin embargo hay quienes dicen que las mujeres son más sensibles catadoras que los hombres… ¿qué hay de verdad en eso?
I.M.: Eso es un mito, no hay razones objetivas para esa afirmación. Depende de qué hombres y qué mujeres. La mujer lo que sí pone es más pasión, dedicación e imaginación.
ME.: ¿Qué se siente cuando le llaman ‘la mujer del vino’?
I.M.: Una gran responsabilidad para estar a la altura. Me divierte y me gusta y le dedico al vino mi tiempo y mi vida.
Isabel García