
La opción exterior mientras el empleo llega
Transcurrida ya casi la primera mitad del año, puede hacerse un «test de evaluación» de las economías española y andaluza en este periodo, a través de la trayectoria del mercado laboral. En este sentido, los datos de la EPA para el primer trimestre del año fueron bastante representativos de la contracción de la actividad que estamos sufriendo. En concreto, de acuerdo con los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA) se prolonga el negativo comportamiento del empleo, registrándose en España, un descenso de 322.400 ocupados, con relación al cuarto trimestre de 2012 (-1,9% en términos relativos).
En Andalucía, la población ocupada habría disminuido en 57.100 ocupados en el mismo periodo, un 2,2% menos que en el trimestre anterior, afectando a todos los sectores productivos, si bien siendo más acusada la caída en la agricultura (30.400 empleos menos que en el cuarto trimestre de 2012) coincidiendo con el final de las campañas agrícolas, principalmente la de la aceituna. No obstante, cabe destacar que la pérdida de empleos también afecta a los servicios (-12.200 personas), la industria (-9.200) y la construcción (-5.400). Por su parte, el desempleo aumentó en 31.100 personas, cifra que representa una subida del 2,2% respecto al cuarto trimestre de 2012, con lo que la cifra total de parados alcanza los 1.473.700 en el primer trimestre de 2013 en Andalucía. Pero, quizá debiera hacerse una especial llamada de atención a que este aumento del paro es también coincidente con un descenso de la población activa entre enero y marzo (25.900 personas han salido del mercado laboral andaluz respecto al trimestre anterior), con una variación interanual del -0,64% intertrimestral, lo que ha contribuido a elevar la tasa de paro regional, que se sitúa en el 36,9% (3,7 puntos porcentuales más que hace un año). De este modo, Andalucía alcanza la tasa de desempleo más elevada de todas las Comunidades Autónomas (la media española es del 27,2%). En el conjunto nacional también se observa esta disminución de los activos, explicada principalmente por una reducción de la cifra de población en edad de trabajar (16 a 64 años), y también por la disminución de la tasa de participación (porcentaje de esa población que trabaja o está buscando trabajo). Las tendencias demográficas (movimiento natural de la población y flujos migratorios) nos llevan a pensar que la población en edad de trabajar va a seguir disminuyendo (previsiblemente a mayor ritmo en España que en Andalucía). Asimismo, si la tasa de actividad también cayese, resultaría posible que los niveles de paro hayan tocado techo (en torno a 1,4 millones de personas en Andalucía), a lo que habría que sumar factores estacionales propios del segundo y tercer trimestre del año, en los que se crearían más empleos, disminuyendo el paro. Estas hipótesis podrían verse mejoradas, si la política económica (de los Ejecutivos español y europeo) implantaran medidas para la reactivar la actividad y la demanda de empleo.
En cualquier caso, atendiendo a las cifras del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE), el número de andaluces que residen en el extranjero viene creciendo en los últimos años, y a 1 de enero de 2013, con 221689 personas, había aumentado un 6,4% respecto a 2012. Los principales países de residencia de los andaluces que viven en el extranjero son Argentina, Francia y Alemania, y además, el 64,3% de éstos tiene una edad comprendida entre 15 y 65 años (es decir, está en edad laboral). Por el contrario, el número de nacidos en Andalucía que residen en el resto de España decreció un 1,1%, lo que denota un mayor flujo hacia economías foráneas con mejores posibilidades en el mercado de trabajo.
Esperanza Nieto Lobo
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