
Asuntos pendientes del trabajo autónomo
Lo que en 2019 tenía que ser y no fue
A finales de diciembre de 2018, vio la luz el Real Decreto, de 28 de diciembre, para la revalorización de las pensiones públicas y otras medidas urgentes en materia social, laboral y de empleo, que refrendaba el acuerdo alcanzado entre las principales organizaciones de autónomos y el Gobierno de España, por el que los trabajadores y las trabajadoras autónomos accedimos a la protección social universal y la exención de las cuotas de Seguridad Social en casos de bajas por enfermedad prolongadas, entre otras.
Este acuerdo histórico, contemplaba, además de estas medidas, otras, que se planteaba llevar a cabo durante 2019, tales como la aplicación de bonificaciones para personas con discapacidad en caso de adquirir esta condición de forma sobrevenida y posibilitar el establecimiento de un sistema de cotizaciones basado en los ingresos reales dando prioridad a una propuesta dirigida a los autónomos con ingresos reales inferiores al SMI, entre otras.
La parálisis política sufrida durante este año, con un gobierno en funciones durante la mayor parte del mismo, ha imposibilitado que el calendario pactado se cumpla, por lo que todas estas cuestiones están aún en la misma situación que hace un año, cuando se alcanzó el acuerdo. Desde UPTA Andalucía, no obstante, asumimos con responsabilidad la defensa de los intereses del colectivo al que representamos y no queremos formar parte de la postura derrotista en la que parece ha caído una parte de la sociedad civil, por lo que es muy importante hacer reaccionar a las esferas políticas de la necesidad de alcanzar consensos para avanzar y conseguir un sistema justo e igualitario. Los retos que se avecinan son de gran magnitud, la situación económica y social que atravesamos es sin duda preocupante, hay mucho en juego y es responsabilidad de todos dar una verdadera lección de democracia y conseguir un Gobierno lo antes posible.
Porque mientras tanto, y a pesar de las interpretaciones que en las últimas semanas se están realizando sobre los datos del trabajo autónomo, la realidad aplastante es que este año terminaremos en nuestro sistema con apenas 600.000 altas en el RETA frente a las más de 700.000 del pasado año, lo cual pone claramente de relieve la paralización en la creación de nuevas actividades por parte de nuestro colectivo y la sobredimensión que han alcanzado algunos sectores en estos últimos años, especialmente comercio y hostelería.
La situación global de la economía de nuestro país no es muy distinta a la que teníamos en los últimos cuatro años. Las tasas de crecimiento no son aparentemente peores a las de anteriores periodos, pero la realidad es que el mundo del trabajo autónomo, a pesar de las medidas adoptadas por los gobiernos centrales y autonómicos, continúa sin tener un rumbo claro que haga cambiar la forma de emprender, que priorice la calidad en el emprendimiento y no la cantidad, que como salta a la vista es una de las lacras que se producen como consecuencia de esta burbuja. Seguimos teniendo dificultades para comprender cómo se contribuye millonariamente al fomento de más emprendedores al mercado de trabajo por cuenta propia sin analizar lo que se está produciendo, que, no solamente arrojan datos de crecimiento preocupantes, sino que, además, los autónomos que deciden emprender apenas duran en el mercado de trabajo tres años. Para nosotros es necesario revisar urgentemente las políticas de fomento de empleo y desarrollar un plan nacional de trabajo autónomo a largo plazo, que sea participativo, que obedezca a los intereses comunes y ponga en marcha las medidas acordadas y todavía pendientes.
Inés Mazuela Rosado | Secretaria General de UPTA-A
@InesMazuelaRo
Artículo incluido en el número de diciembre de la revista Agenda de la Empresa