Heroínas del día a día
Llega a la oficina, tiene una cita a la que llega tarde. “Siento el retraso, pero no llego”. Busca ayuda. Hace unos meses se hizo autónoma y el negocio no termina de lanzarse. Cuenta que se dedica a su profesión desde hace más de veinte años, que tenía un buen trabajo de lo suyo, pero que tuvo que dejarlo cuando se quedó embarazada, la primera vez. Tiene tres hijos pequeños, que ya van al cole y uno es dependiente. “Por cierto, tengo que recogerlos, así que tendré que marcharme en breve. ¿Puedo volver mañana para continuar, verdad? Uff, que tarde es. No llego”. Siempre pensó montarse por su cuenta. Tener su propio negocio desarrollando su profesión. Llevo años preparándolo. Comprando cosas, guardando esto y aquello…Su inversión inicial. Hace unos meses se decidió, por fin, a dar el salto. Y lo abrió. Pero cuesta tanto… Ahora tengo el negocio, la casa, los niños, por cierto, ¿qué hora es? Tengo que recogerlos del cole. Las tardes intento pasarlas con ellos. Sé que debería dedicarle más tiempo al negocio, pero es que no llego. Necesito más visibilidad, gestionar mejor, abrir campos… por eso estoy aquí.
Esta historia es real. Su protagonista tiene nombre y apellidos y pasó por una de las sedes de UPTA Andalucía no hace muchos días. Pero podría ser la historia de muchas de nosotras: María, Carmen, Ana, Inés… Seguro que han pensado en alguien que conocen con una historia similar, igual, parecida. Millones de mujeres que tienen que seguir siendo súper-heroínas del día a día: el trabajo, la casa, los niños, profesionales, madres, amas de casa… y todo a la vez.
En Andalucía, hay una tendencia a la incorporación de mujeres al emprendimiento y el trabajo autónomo mucho más alta que en el resto de España. Del casi medio millón de autónomos inscritos en el RETA, casi el 34% somos mujeres. Y venimos manteniendo esa cifra, incluso en los peores años de esta crisis que no termina de abandonarnos. Mientras en el mismo periodo las bajas en el régimen de hombres se multiplicaron, las de las mujeres se mantuvieron. Y se constata que las mujeres autónomas se concentran en los niveles formativos de mayor cualificación presentando mayores niveles medios de formación que los hombres y dándose la circunstancia que en la medida en que aumenta el nivel formativo, se incrementa el porcentaje de mujeres.
En el trabajo autónomo, donde las mujeres vamos ganando terreno, las historias de las que hablo se producen con el “agravante” de ser la “jefa”. Sumarle a tu millón de “problemas” todo lo que conlleva ponerte al frente de un negocio: clientes, facturas, proveedores, vencimientos, el autónomo, los impuestos… Y, sin embargo, además de ganar terreno y aumentar el número de autónomas, aunque levemente, sí somos las que más y mejor resistimos.
Este mes, celebramos el día de la mujer. Un día para reflexionar sobre estas pequeñas historias cotidianas que son todavía demasiadas. ¿Contaríamos una historia así de un hombre? Seguro que sí, pero desde lo masculino estas historias no se dan tanto, aún. No se nos vienen a la cabeza tantos nombres. Todavía nos queda mucho por hacer. Es, en momento como estos, cuando pienso lo necesarias que siguen siendo las políticas en favor de la igualdad, las medidas que favorezcan la conciliación, las políticas sociales y la educación, sobre todo. Porque no somos tan iguales aún. Pero ahí estamos y aquí seguiremos: resistiendo y luchando por un futuro mejor que nos lleve a ser una sociedad más igualitaria, más justa y equilibrada. Porque la historia de esta autónoma, que puede ser la nuestra, deje de ser cotidiana.
Inés Mazuela Rosado
Secretaria General de UPTA-A
@InesMazuelaRo